Raimundo Fitero
DE REOJO

Mercancía

Aclaremos conceptos simples: ¿llegan o no llegan turistas? Aseguran las lenguas de triple salto mortal que solamente dejan entrar a los viajantes de la UE que tienen residencia primaria o secundaria en el Estado español, es por ello que, Revilla, el presidente de Cantabria, hizo campaña electoral con y a favor de Urkullu, para que los vascos del sur, vayan a sus residencias del oeste peninsular donde atan a los perros con sardinas, pero no queda claro que los miles de vascos norteños pasen la muga para comprar tabaco y cargar el depósito de gasolina por alguna otra condición residencial que no sea el puro consumo.

Se está buscando definición apropiada para la idea de turista acoplada a estos tiempos después del estado de alarma. Ya no puede ser considerada como una mercancía libre de tasas, ya que la movilidad se está visualizando ya como uno de los problemas que nos pueden traer los brotes y los rebrotes. Las agencias de viajes, los mayoristas que ofrecen paquetes completos están, todavía, esperando alguna señal que les deje abiertas todas las compuertas para que fluyan los cuerpos de un destino a otro, sin que nadie pueda hacer otra cosa que rezar, ya que como se cumplan las normas sanitarias de la cuarentena, se convierten los turistas en una mercancía pasada de fecha.

Así que atentos a sus pantallas, a los brotes convertidos en nada en muy pocas horas, a la retórica antigua, la de antes del 15 de marzo y si quieren tener una golpe de calor estadístico, miren las cifras globales, las universales y hagan cuentas. Corea del Sur fue ejemplo y habla de nueva oleada. En China, por un foco nuevo han organizado unas acciones multitudinarias en los barrios colindantes de una eficacia absoluta. Miro la tele y veo mapas de rebrotes peninsulares. Los turistas empiezan a dar miedo. Son una mercancía sospechosa.