El Ibex sufrió ayer un desplome marcado por los malos resultados empresariales y las fuertes caídas del PIB en Estados Unidos y Alemania durante el segundo trimestre. Se derrumbó un 2,91%, equivalente a 210 puntos, y perdió el nivel de los 7.000 puntos. En el peor momento llegó a despeñarse un 3,91%. Hoy abrirá con 6.996,60 puntos.

Los inversores se toparon de bruces con la dura realidad, ocultada a veces por algunos datos macroeconómicos favorables, las actuaciones de los bancos centrales y gobiernos con sus programas de gigantescas inyecciones de dinero y, especialmente, la esperanza de disponer a corto plazo de una vacuna contra el coronavirus. Ayer, sin embargo, se pudo ver cómo de profunda es la crisis con los derrumbes históricos del PIB en el segundo trimestre. En Estados Unidos cayó un 32,9% y en Alemania, un 10,1%.

Los índices europeos, al igual que el Ibex, fueron arrollados por los datos de la jornada. Fráncfort se hundió un 3,45%; Milán, un 3,18%; Londres, un 2,31%; y París, un 2,13%. En Nueva York también se registraban caídas a la hora del cierre en Europa. El peor era el Dow Jones, con pérdidas superiores al 1%, mientras que el Nasdaq 100 estaba cerca de dejarlas atrás.

En el Ibex, duro castigo para BBVA (-8,07%) tras anunciar pérdidas de 1.157 millones de euros en el primer semestre. Su caída arrastró al resto del sector: Sabadell bajó un 7,29%; Santander, un 4,45%; Caixabank, un 4,24%; Bankia, un 4,07%; y Bankinter, un 2,39%. También naufragaba Telefónica (-3,01%) al reducir su beneficio un 53,5%, hasta 831 millones. A contracorriente se movió Siemens Gamesa, que saltó un 7,42% a pesar de sufrir una pérdida de 805 millones de euros en los primeros nueve meses de su año fiscal.