Tras agotarse el plazo para presentar ofertas de compra, un grupo de acreedores del Circo del Sol anunció la noche del martes que toma el control de la famosa “troupe”. La compañía, fuertemente endeudada, pasa a manos de una docena de prestamistas liderados por el fondo canadiense Catalyst Capital Group, el acreedor más importante, que habría puesto sobre la mesa 1.000 millones de euros. La oferta aún tiene que ser convalidada por la Justicia de Quebec en las próximas semanas. El director general de Catalyst, Gabriel de Alba, se felicitó por «este buen resultado» para el circo, sus empleados, artistas y socios. Dio por hecho que «los recientes pasos en falso han quedado atrás» y abogó por «reavivar la magia y el arte que han convertido al Cirque du Soleil en una fuerza creativa y una marca mundial emblemática». La suspensión de sus actuaciones a causa del coronavirus colocó en paro técnico a 4.679 acróbatas y técnicos, el 95% de su plantilla. La mayoría fueron despedidos en junio, cuando el grupo solicitó la protección de los tribunales.