K.L.
HERSELF

Una casa ajena a la especulación inmobiliaria

Tras la adaptación del musical “Mamma Mia!” que rodó en 2008, Phyllida Lloyd volvió a contar tres años después con Meryl Streep para que esta fuera Margaret Thatcher en el biopic “La dama de hierro”. Ahora, la cineasta irlandesa ha dado un nuevo giro a su filmografía con un acercamiento al realismo social irlandés y británico en el que vuelve a demostrar su talento para dirigir a actrices. En esta oportunidad la principal beneficiada es una Clare Dunne que aprovecha al máximo las posibilidades que le ofrece un rol muy presente en la actualidad. La trama vuelve a incidir en la necesidad de despertar a la vida y las emociones por parte de una mujer que, cansada del constante abuso que padece a manos de su marido, reiniciará su vida como madre soltera y emprenderá una cruzada personal contra las mafias inmobiliarias. Ello se concreta en la idea de crear un idílico hogar para ella y sus hijas. En su empeño de construir dicho hogar contará con la ayuda de una serie de amigos que se juramentarán en la idea común de que todo es posible a base de unidad. Los clichés se suceden a lo largo del filme, pero en su conjunto predomina una saludable sensación de vitalismo y complicidad.