V.E.
SUPERNOVA

Cuando una estrella se va apagando

En este drama, la miga surge del choque entre lo estrictamente íntimo y lo inevitablemente compartido. Su director y guionista, el británico Harry Macqueen, vela porque todos los ejes temáticos que están sobre la mesa sean eclipsados por la concreción de una amenaza (alzheimer) empeñada en devorarlo todo.

Para abordar tan complicado sujeto, es de agradecer que el producto decida evitar los peajes “ruidosos”, es decir, esas discusiones y esos llantos que, por contexto dramático, seguramente no chirriarían... pero que al mismo tiempo estarían flirteando con el golpe de efecto. Con el atajo tramposo a la fibra sensible. Lástima que esta madurez en la gestión emocional venga acompañada por un recorrido de situaciones mucho más tópico. Ahí, la película luce como lo que realmente es: una producción de prestigio más, en la que todo el encanto que se le pueda sacar al conjunto, no va más allá de la superficie, o sea, de la presencia y profesionalidad de la pareja protagonista, compuesta por Colin Firth y Stanley Tucci.