Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

12 de octubre

Hay días en los que las redes sociales son un bien preciado. Uno de esos días es el 12 de octubre. Ni las editoriales más trasnochadas, ni los artículos más rancios llegan a igualar la exaltación de la españolidad que recorre las redes. No hay vivas ni banderas suficientes para tanta virgen del Pilar, Guardia Civil, hispanidad, descubrimiento y los indios, que, gracias a España, no andan todavía comiéndose unos a otros. Y esto último, tal cual, lo he leído en twitter.

Es curioso, pero durante cuatrocientos años a España no se le ocurrió que hubiera una hispanidad que celebrar. Lógico, porque nadie necesita estrechar lazos mientras puede apretar cadenas. Glorificaba a Colón, el descubrimiento, y la evangelización, pero sin fiesta. Hasta que perdió las colonias; justo ahí alumbró la idea del «hermanamiento hispano» con todos los honores. Corriendo el tiempo, la cosa se fue cargando de tintes militares hasta que Franco la situó, con el espaldarazo definitivo, en lo que es hoy. La fiesta del nacionalismo español. La del expolio y genocidio, la de la imposición de Iglesia católica y la de la Guardia Civil.

Es comprensible que Pablo Casado se haya lanzado a decir, sin asomo de sonrojo, que España es la nación más antigua de Europa porque para ser más español que el más español un 12 de octubre, hay que ser muy audaz.