Raimundo Fitero
DE REOJO

Por Chile

Pase lo que pase mañana o el mes que viene, hoy brindo por la ciudadanía chilena, por haber logrado arrancar un proceso constituyente popular, arrumbando la Constitución pinochetista que instauraba un régimen económicamente salvaje y limitaba las libertades democráticas de una manera entre sibilina y grosera. Todo cuanto hoy me sitúe en el mundo será por Chile. Por ese Chile que algunos recordamos con nostalgia y por este Chile que ha peleado contra todas las circunstancias y que ha conseguido un resultado en el referendo que instaura una mayoría que debe ser la que encabece ese camino hacia un marco institucional donde quepa la realidad y las gana de cambiar, de ir hacia un equilibrio social que ayude a un desarrollo sostenible equilibrado.

Estado de amarla. Cambio de distribución de las letras. Quisiera amarla siempre. Pero debemos volver a la alarma, pero esta vez sin mando único, es decir instaurando el estado antropológico de los taifas, pero con himno y parlamentos atrincherados. El gobierno de Sánchez dice seis meses, pero el indocumentado Casado, dice ocho semanas y Arrimadas silba canciones de hilo musical de dentista y dice que seis meses es mucho, pero no sabe cuánto debe ser. O sea, se trata de crear polémica por todo, de marcar territorio de los asuntos más insignificantes. Quieren darle entidad política a una decisión casi obligatoria que cree el marco necesario para cerrar, abrir, confinar, o pedir créditos. Se va de las manos en toda Europa, Francia está a punto de lo peor, Italia provoca manifestaciones por sus decisiones, Bélgica no toma ni mejillones, en Alemania la cerveza se receta y en EE UU las cifras de muertos son imposibles de ocultar.

Brindo entusiasta por Chile porque ha hecho el proceso y la votación en medio de la pandemia. Y ha salido cara.