Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

El mundo le llamará guerra

El día 10 se declaraba el alto el fuego en Nagorno-Karabaj y los medios lo ratificaban anunciando que la guerra en Armenia había terminado. Pocas horas después, ayer por la mañana, un titular de urgencia informaba de que la guerra había estallado en el Sahara Occidental. Dos conflictos, uno que termina y otro que comienza, y detrás aunque suene muy enfático, una misma causa, los intereses del imperialismo capitalista. La historia del pueblo saharaui, igual que la de Palestina, es también la historia del rotundo fracaso de la ONU y de sus resoluciones a favor del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Desde 1975, la ONU ha permitido que Marruecos viole todas las disposiciones y avance en la ocupación de la RASD. Al convertirse la franja libre de Guerguerat en un paso «ilegal» pero de gran importancia comercial para Marruecos y Europa, la ofensiva marroquí ha ido in crescendo hasta culminar la noche del jueves en un ataque militar contra el campamento, levantado como defensa por la población civil del Sahara. La respuesta del Frente Polisario ha sido contundente. «El operativo constituye una agresión directa contra el pueblo saharaui, y sitúa a este y a su movimiento de liberación nacional, en la posición de legítima defensa de la soberanía e integridad territorial de la RASD». El pueblo saharaui se defiende y el mundo le llamará «guerra».