Raimundo Fitero
DE REOJO

Doblegar

La percepción del mundo, el entorno y hasta el interior de cada persona forma parte del arcano, de lo que se construye a partir de capas de información, represión, fe y fetichismo. Miramos volar a una paloma torcaz y la narración de ese paso por encima de nuestras cabezas difiere hasta en la dirección en la que vuela en su viaje migratorio. Por eso hay palabras trampa que en el mejor de los casos son palabras comodín y decir que alguien es objetivo en sus apreciaciones críticas o propagandísticas es entrar en un hemisferio de nuestra cabeza que está escindido de la realidad o que pertenece a los chips secretos que nos instala la pastilla para el colesterol junto al 4G, porque al 5G no llegamos todavía.

Escuchar de manera reiterativa, cansina, aburridamente electoral que se ha doblegado a la segunda ola de la pandemia al ministro candidato Illa, me empieza a provocar más daños en mi confianza en el sistema que las declaraciones del insignificante Casado alabando a su patrocinada Ayuso, ahora soltera y sin compromiso como se empeñan en señalar sus mariachis de la prensa libremente dependiente de las cloacas de la banca y las eléctricas.

Probablemente mi inacabado proceso de desintoxicación me haya hecho perder algún acontecimiento, pero a aquel objetivo de llegar a una incidencia de veinticinco infectados por cien mil, no se logró acercar nadie, nunca, jamás. Es decir que llaman tercera ola a la segunda mal acabada, por lo que oírle declarar que no va a tomar medidas más drásticas, porque todo está estupendamente y se va a doblegar a la tercera ola con las mismas armas que la no doblegada segunda, me parece que sirve para que el efecto Illa en las lecciones catalanas esté ya amortizado y acabemos todos diagnosticados como intolerantes a la lactosa y el gluten de la mentira indiscriminada.