Ramón SOLA

Covid en la cúpula de la Ertzaintza en plena campaña «fake» del PNV contra la IA

Josu Bujanda, jefe de la Ertzaintza, se encuentra confinado al haber dado positivo por coronavirus, igual que su mano derecha y el responsable en Araba, según informó ayer el grupo Vocento. A estas alturas de la pandemia resulta muy obvio que a cualquiera le puede ocurrir. Pero la noticia corrió en las redes sociales en un trasfondo político envenenado: la campaña desatada desde el PNV para intentar culpar a la izquierda abertzale de expandir el virus.

Que esta estrategia lleva la marca Sabin Etxea queda claro en un dato: es el propio presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien le ha puesto título, pretendidamente gracioso, al hablar de «mozkorra borroka».

Goia también señala

Aunque sea patente que los ayuntamientos gobernados por EH Bildu han adoptado estos meses restricciones a la vida ciudadana superiores a las emanadas del LABI ante cualquier brote de covid, otros cargos del PNV están difundiendo esta fake new. Es el caso del alcalde de Donostia, Eneko Goia, que declaró el pasado domingo en “El Diario Vasco” que «hay elementos de la izquierda abertzale que instigan incidentes como los de la Parte Vieja».

En la entrevista, por cierto, Goia minimiza la carga de la Ertzaintza que hirió a un donostiarra, Nahuel Gómez, sobre el que dice no tener datos, y disculpa el «tirar a dar» del mando policial: «¿Las tapas de alcantarilla, piedras y botellas que se echaron... ¿no se tiraban a dar o qué?», afirma el primer edil.

Esta campaña se ha intensificado este pasado fin de semana con «noticias» sobre supuestos «botellones» masivos y ataques a la Ertzaintza, que motivaron diversos comentarios en las redes sociales, donde hubo gente que se preguntaba, por ejemplo, si no había fotografías o vídeos de esos «doscientos jóvenes enfrentándose a la Policía».

«Incendiar la política vasca»

Tras las cargas en la Parte Vieja de Donostia ya aparecieron voces que advertían de un intento de la Ertzaintza de poner el foco en estos episodios aislados, e incluso magnificarlos, para distraer la atención sobre la gestión de la crisis sanitaria o el caso de las vacunaciones irregulares.

Mientras tanto, este mismo domingo en las redes sociales se ha delatado que en la Fundación Sabino Arana sí que ha habido un evento de decenas de personas poco adecuado en pandemia, con motivo de la entrega de sus premios anuales.

Ocurrió poco después de que Ortuzar insistiera en Radio Euskadi en acusar a «la izquierda abertzale» de alentar encuentros e incidentes que extienden el virus. Con frases como esta: «La mayor degradación de cualquier lucha es primero beberse las botellas y luego tirárselas a la Policía». Desde EH Bildu no se ha entrado al trapo, pero el parlamentario de Elkarrekin Podemos Iñigo Martínez reprochó ayer a Ortuzar que «intente incendiar la política vasca» con este tipo de infundios.

Llegados a este punto, hay también quien alerta de que los mensajes incesantes del PNV aludiendo a incidentes «premeditados» no deberían tomarse a broma, vistos los precedentes y visto que la Ertzaintza tiene la sartén por el mango como ha evidenciado el juicio reciente a dos jóvenes alaveses en la Audiencia Nacional española.

En suma, una polémica muy poco edificante en plena pandemia... y en la que todo el mundo corre el riesgo de acabar haciéndose daño.