Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

¿Y si mientras mueren?

Durante este año, he intentado escribir lo menos posible sobre la pandemia. La verdad es que escribir sobre lo que el coronavirus ha cambiado mi vida cotidiana me bajaba el ánimo y, aunque no me llegaba a deprimir, me entristecía. Me gusta pensar que este oficio de juntar palabras tiene una hermosura especial. Diga lo que se diga, siempre se cuenta una historia y, cuando se está triste, las palabras se oscurecen y con ellas lo que contamos de la vida. Hoy puedo hablar sobre ello porque estoy furiosa. El Gobierno de Urkullu, en cuanto la incidencia se dispara, se apresura a repetir y aseverar que los contagios se deben al poco cuidado de la ciudadanía. Jamás a su política incoherente de restricciones y desescaladas forzadas y, mucho menos, a su desastroso plan de vacunación. La comunidad médica ha sido drástica al afirmar que solo se podrán detener los contagios, con una vacunación rápida y masiva de la población. Mientras eso no suceda, continuarán los repuntes y las muertes.

Conozco enfermos de riesgo a los que la pandemia les está robando el día a día de su vida. «¿La vacuna? No sabemos nada, tendrá que esperar. Esto va muy lento», les decían ayer en su centro de salud. Ya sé que, si en esa espera se contagian y mueren, ustedes, señores y señoras del Gobierno no tendrán responsabilidad directa ni penal… pero ¿responsabilidad política? ¿Y moral?