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EDIMBURGO

Para Sturgeon el referéndum es una cuestión de principio democrático

Los escoceses han votado una mayoría independentista clara, con un programa en pos de un segundo referéndum. Nicola Sturgeon avanza que cumplirán con ese mandato. Pero Londres se aferra a la pandemia para retrasarlo todo y evitar lo inevitable, algo que, en sí mismo, es un argumento muy poderoso para que Escocia sea independiente.

Los resultados finales de las elecciones parlamentarias de Escocia han vuelto a poner de manifiesto el dominio político del Scottish National Party, que ha logrado 64 escaños, uno más de los que obtuvo en 2016 y a falta de otro para conseguir la mayoría absoluta. Junto al Partido Verde de Escocia, que cosechó ocho (dos más), cuentan con 72 de los 129 asientos de la Cámara de Holyrood, conformando una clara mayoría independentista.

Así lo confirmó Lorna Slater, colíder de los Verdes, que apuntó a que «ahora le corresponde a Boris Johnson reconocer ese mandato democrático».

El primer ministro británico se negó a comentar nada sobre la demanda del referéndum que la nueva mayoría escocesa, con Nicola Sturgeon a la cabeza, le planteó abiertamente nada más conocerse los resultados. Johnson ya sugirió el pasado mes de enero que Westminster no aprobaría tal referéndum «hasta al menos la década de 2050». Y en una entrevista publicada el sábado por el diario “The Telegraph”, dijo que un referéndum de independencia «en el contexto actual» sería «irresponsable e imprudente».

En una carta que envió a Sturgeon felicitándola por su victoria, Johnson no mencionó un segundo referéndum, e invitó a la primera ministra de Escocia a una cumbre a nivel de todo el Reino Unido para discutir lo que llamó «nuestros desafíos compartidos». «Los intereses escoceses se sirven mejor cuando se trabaja juntos», escribió Johnson, citando el programa de vacunación contra el coronavirus como ejemplo a seguir. «Este es el equipo del Reino Unido en acción», añadió.

Sturgeon, por su parte, dijo que su enfoque inicial será guiar a Escocia a través de la senda de la recuperación de la pandemia y fue muy clara: «El referéndum vendrá cuando haya pasado, es una cuestión de principio democrático».

La sombra de la Corte Suprema

Michel Gove, político conservador natural de Edimburgo que desempeña el cargo de canciller del Ducado de Lancaster, insistió en que «por supuesto» que a Escocia se le permitiría irse si así lo decide en un «referéndum legal», pero afirmó que ahora no es una «prioridad». Preguntado por si habría alguna circunstancia en la que el Gobierno británico estaría de acuerdo con un nuevo referéndum, insistió en que «no es un problema por el momento» y agregó que «por supuesto que el pueblo de Escocia, como vimos en el referéndum de 2014, tiene ese derecho». Y deslizó que acudirían a la Corte Suprema si se actúa unilateralmente.

Sturgeon replicó que el hecho de «que esto termine en la Corte significaría que el Gobierno conservador se niega a respetar los deseos del pueblo escocés y el resultado de una elección democrática, e intenta ir a la Corte Suprema para revocar la democracia escocesa».

Choque constitucional a la vista

La cuarta victoria consecutiva en las elecciones parlamentarias escocesas del SNP adelanta un choque constitucional con el Gobierno conservador británico que podría decidir el futuro de la unión de 314 años entre Escocia e Inglaterra. Los unionistas dicen que el SNP no ganó por mayoría absoluta y que ese es un motivo suficiente para rechazar una repetición del referéndum de 2014. Pero en el discurso en el que se confirmó la victoria del SNP, Nicola Sturgeon precisó que tanto su partido como los Verdes se habían comprometido claramente con un segundo referéndum de independencia en sus programas electorales.

«Esto es ya una cuestión de principio democrático», dijo, para añadir que la negativa a un referéndum «demostraría de manera concluyente que el Reino Unido no es una asociación de iguales y que Westminster ya no ve al Reino Unido como una unión voluntaria», algo que, «en sí mismo, sería un argumento muy poderoso para que Escocia se convierta en un país independiente». GARA