He leído en “Goiena” una denuncia de una vecina de Aramaiona en relación con la venta de un camino público. Desconozco los detalles del caso, pero lo que leo me parece totalmente creíble y creo que merece el apoyo y reconocimiento social por la defensa de un bien público, porque de lo que no hay duda es de que se trata de un camino público.

No es un caso aislado, conozco casos similares en municipios de nuestra comarca, en municipios de Gipuzkoa, de Euskadi y de fuera de Euskadi.

Esto es consecuencia del egoísmo de unos pocos, de la dejadez de muchos y de que algunos ayuntamientos ven los caminos como un problema y no como algo a proteger y no cumplen con su obligación de defender los bienes de uso público, entre los cuales están los caminos públicos.

Hace un siglo una actuación como la que se denuncia hubiera sido imposible, ya que hubiera recibido un rechazo general del pueblo de Aramaio, como ocurrió en Eskoriatza en torno a 1930.

Los caminos son parte de nuestra historia, son el recuerdo de un pasado, pero también tienen un futuro.

Cómo se va a enseñar a nuestros jóvenes esa parte de nuestra historia, cómo van a realizar sus actividades los bomberos, los cazadores, los montañeros y todos los que organizan actividades en el medio rural, etc., si dejamos que los caminos desaparezcan, si dejamos que los particulares se apropien de los mismos, si no denunciamos lo que vemos que ocurre con los caminos.

Quisiera hacer un llamamiento a los vecinos de la comarca en general y en particular a los clubes de montaña, a todos los que organizan actividades deportivas y culturales en el medio rural, a los centros educativos, a los medios de comunicación y a las organizaciones ecologistas, para que muestren su apoyo y reconocimiento a esa gente de Aramaio que está defendiendo un camino público, para que no cejen en su empeño.