El Ibex volvía ayer con la inercia positiva de la semana pasada, cuando recuperaba el nivel de los 9.200 puntos, pese a las dudas que generaban la fuerte subida de la inflación de abril y mayo en Estados Unidos y el posible giro de la Fed en su política monetaria. De momento, y a la espera de que mañana Jerome Powell descubra, siquiera tímidamente, sus cartas, los inversores mantienen un sesgo positivo apoyados en los datos crecientes de recuperación económica y el avance sostenido en la lucha contra la pandemia. En Europa, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, se mantiene firme en su intención de no hablar de una retirada de los estímulos por ser muy prematuro.

El Ibex, el mejor de los índices europeos, se anotaba un 0,83% para cerrar en los 9.281,10 puntos, nuevos máximos anuales y de 16 meses. En su mejor momento superaba los 9.300 puntos. Más modestas eran las subidas de París (+0,24%), Londres (+0,18%) y Milán (+0,16%). En Fráncfort (-0,13), el signo era negativo. En Wall Street, a la hora del cierre en Europa, la atención se centraba en el Nasdaq 100, que merodeaba sus máximos históricos por encima de los 14.000 puntos al avanzar cerca de un 0,30%. Por el contrario, el Dow Jones y el S&P 500 se movían con pérdidas apreciables.

Dentro del Ibex, se vivía un festival alcista dentro del sector de la energía. Solaria ganaba un 5,02%; Siemens Gamesa, un 4,81%; Acciona, un 2,35%; Endesa, un 2,53%, y Repsol, un 2,30%. Por su parte, Iberdrola, Enagás y Red Eléctrica se revalorizaron más de un 1%. En el grupo de los grandes, Telefónica (+0,80%), Inditex (+1,50%) y BBVA (+1,85%) también registraron notables avances. En el lado de las caídas, los peores fueron IAG y Grifols tras restar más de un 3% a sus precios.