GARA
LONDRES

Científicos y doctores critican el «experimento peligroso» de Johnson

Más de un centenar de científicos y doctores han firmado una carta en la que instan al Gobierno británico a reconsiderar sus planes de abandonar el próximo 19 de julio las restricciones impuestas por la pandemia, en lo que califican como un «experimento peligroso y poco ético».

Esta carta, publicada en la revista científica “The Lancet”, referencial en el ámbito de la medicina, llega tras el anuncio esta semana –y en plena tercera ola pandémica– del Ejecutivo de Boris Johnson sobre su intención de eliminar todas las restricciones y medidas de distanciamiento social el día 19, apodado como «el Día de la Libertad».

Fuentes del Gobierno británico insisten en que la decisión definitiva sobre el asunto no se tomará hasta el próximo lunes, pero al mismo tiempo recuerdan, como dijo Johnson hace unos días en sede parlamentaria, que si las restricciones no se levantan ahora, con los colegios cerrados y mayor actividad en el exterior, será muy complicado hacerlo a partir del otoño.

Estrategia «ilógica»

Según exponen los firmantes, es «poco probable» que se logre la inmunidad de la población antes del 19 de julio con los niveles de vacunación actuales, insuficientes para prevenir el crecimiento de la enfermedad. Por ello, consideran que cualquier estrategia que tolere altos niveles de infección es «ilógica», puesto que el virus continuará creciendo exponencialmente e infectará a millones de personas más, de las cuales cientos de miles acabarán con «enfermedades y discapacidades a largo plazo». De hecho, según ha admitido el nuevo ministro de Sanidad británico, Sajid Javid, los casos diarios podrían llegar hasta los 100.000 durante los meses de verano, y los grupos más afectados, tal como apuntan estos científicos, serán los «niños y jóvenes no vacunados».

La estrategia de Johnson, que preocupa a los expertos, arriesgará según advierten en la carta pública a dejar a una generación con problemas de salud «crónicos», que impactarán personal y económicamente durante décadas. Asimismo, consideran que hace más probable la aparición de nuevas variantes del virus resistentes a las vacunas, y creen que las altas tasas de transmisión en escuelas y entre niños conducirán a una «interrupción significativa» de la educación.

El aumento de casos también incrementará las desigualdades sociales e impactará de nuevo en las comunidades desfavorecidas, pero también en los servicios de salud y en el personal sanitario, los cuales, señalan los firmantes, «no se han recuperado de las oleadas anteriores».

Por este motivo, los 122 firmantes del comunicado urgen al Gobierno británico retrasar la reapertura completa «hasta que todos, incluidos los adolescentes», hayan sido vacunados y hasta que las medidas de mitigación (reducción de aforo, ventilación adecuada, etc.) estén instaladas en las escuelas.