Mikel CHAMIZO
 DONOSTIA

La Quincena Musical recupera su forma con 75 espectáculos

Tras la edición reducida del pasado verano, la Quincena Musical regresa con una programación ambiciosa que se equipara a las de ediciones anteriores a la pandemia. Ofertará un total de 75 conciertos entre el 1 el 27 de agosto, recuperando la presencia de solistas de gran prestigio, orquestas internacionales, grandes coros como el Easo o el Orfeón Donostiarra, y todos los ciclos especializados (Órgano, Antigua, Contemporánea...) que caracterizan al festival.

El pasado verano, la Quincena Musical tuvo que celebrarse durante una de las etapas más inciertas de la pandemia: justo después del primer confinamiento, cuando nadie en el ámbito de la cultura tenía nada claro cómo y de qué manera había que hacer las cosas. La Quincena fue uno de los primeros festivales grandes en celebrarse en Euskal Herria, y también uno de los que antes se atrevió a regresar a los espacios cerrados y a programar a orquestas y otras grandes formaciones, en medio de un caos absoluto de regulaciones que cambiaban de un día para otro. El festival se celebró así bajo la espada de Damocles de la cancelación, pero llegó a completar una edición muy reducida y apoyada en gran medida en los artistas de la tierra.

Este verano, para sorpresa de todos, la Quincena Musical ha vuelto casi milagrosamente a su forma habitual. Sospechábamos que se avecinaba una edición a medio gas, de transición; pero no, la 82ª Quincena Musical lo va a recuperar absolutamente todo: las orquestas nacionales y extranjeras, la presencia de grandes coros, los ciclos especializados como los de música antigua o contemporánea, una nómina espectacular de solistas internacionales... Serán en total 75 conciertos, aproximadamente los mismos que en las ediciones anteriores a la pandemia.

 

Solistas estelares

Como ya hemos apuntado, el apartado de solistas de esta Quincena Musical es fuera de serie. Ciñéndonos solo a los pianistas, hay muy pocos festivales en el mundo que puedan jactarse de reunir en tres semanas a Yuja Wang (1 y 2 de agosto, junto a la Filarmónica de Luxemburgo), Grigory Sokolov (9 de agosto, en un recital a solo), Elisabeth Leonskaja (19 de agosto, con la Orquesta Sinfónica de Galicia), Stephen Hough (en solistario, con un programa dedicado a Mompou el 18 de agosto), y, sobre todo, a Mitsuko Uchida, una leyenda viva del piano que ofrecerá un programa dedicado a Schubert el 22 de agosto. El apartado de los violinistas tampoco se queda atrás: Julian Rachlin será un invitado de lujo para la Euskal Herriko Gazte Orkestra (8 de agosto); Leonidas Kavakos llegará junto a la Orquesta Nacional de España, el 25; y un día después, el 26, actuará en el Kursaal nada menos que Anne-Sophie Mutter, probablemente la violinista más prestigiosa de las últimas décadas. El cómo se las ha arreglado la Quincena para juntar a todas estas estrellas en Donostia, es un misterio, pero cualquiera de sus conciertos es una garantía de música al más alto nivel.   

Hemos citado de pasada algunas de las orquestas que actuarán en el Kursaal. Los dos conciertos de la Filarmónica de Luxemburgo, mañana y el lunes, serán muy notables si repiten el rendimiento que demostró la orquesta en su última visita al festival en 2017. Además su director, el valenciano Gustavo Gimeno, puede llegar a firmar versiones sobresalientes, no en vano tuvo como maestros a Claudio Abbado y Mariss Jansons. Prometen asimismo las dos veladas sinfónico-corales: la reunión de la Orquesta de Galicia con el Coro Easo (20 de agosto) y de la Euskadiko Orkestra con el Orfeón Donostiarra (el 21), este último con un programa muy atractivo –por desgracia, el resto de orquestas apenas se van a desviar de tocar Beethoven, Tchaikovsky y el resto de los 40 principales clásico–-. Pero la visita más destacada de esta edición, como no podría ser de otra manera, es la de la brillante Orquesta del Festival de Budapest, que ya ha estado en Donostia en infinidad de ocasiones –llegó a ser orquesta residente del festival en 2016– y que siempre firma actuaciones inolvidables bajo la batuta de su inseparable director, el iconoclasta y a veces genial Iván Fischer. La orquesta húngara clausurará la Quincena el 27 de agosto. 

 

Danza y ciclos a toda marcha

Muchos de los tesoros del festival, como siempre, habrá que buscarlos fuera del Kursaal. En el terreno de la danza, por ejemplo, la Quincena ha preparado una oferta interesante con el foco puesto en el talento local. Se distribuye en dos escenarios. Por el Victoria Eugenia pasarán dos bailarinas vascas consagradas: Lucía Lacarra (17 de agosto), junto a su pareja Matthew Golding, e Iratxe Ansa con su compañía Metamorphosis, el 23. Tabakalera, por su parte, acogerá a cuatro compañías vascas con inquietudes y perspectivas muy diversas. Igor & Moreno, Neri(h)ari Konpainia, Kanpai y Matxalen Bilbao Danza serán los protagonistas de este nuevo ciclo, Tabakalera Dantzan, que se desarrollará entre el 6 y el 13 de agosto y que permitirá además conocer mejor el pensamiento de los artistas gracias a los coloquios previos a cada función.

Los ciclos especializados regresan también en todo su esplendor. El de órgano, en concreto, ha logrado atar una ambiciosa programación de 15 conciertos con un gran número de organistas internacionales. Destacaremos dos citas que tendrán lugar en el órgano del Buen Pastor: el estreno de una “Suite vasca” compuesta por el alemán Stefan Kagl, el 5 de agosto; y el espectáculo que cerrará el ciclo el día 8, una proyección de “Amanecer” de Murnau con su banda sonora improvisada en directo por Thierry Escaich, uno de los mejores compositores franceses actuales.

El Ciclo de Música Antigua, que abandona el Convento de Santa Teresa para instalarse en San Telmo, se celebrará entre el 3 y el 16 de agosto con una importante presencia de música de Johann Sebastian Bach y el debut en el festival de un grupo vocal checo magnífico, Cappella Mariana, el día 16. El Ciclo de Música Contemporánea, recortado a tan solo tres conciertos, verá también el debut en Quincena de uno de los grupos revelación del panorama contemporáneo, el Trío Zukan, que estrenará una obra de Zuriñe Gerenabarrena. Tanto en los ciclos de Antigua como de Contemporánea actuará asimismo el quinteto de flautas dulces Seldom Sene, que desplegará su enorme colección de instrumentos que va desde minúsculas flautas sopranino a gigantescas flautas bajas.

La programación sigue y sigue. En el Ciclo de Música de Cámara, que se desarrolla en el hermoso claustro de San Telmo, actuarán la pianista Judith Jáuregui (5 de agosto), la soprano donostiarra Carmen Artaza (12), que arrasó en la última edición del Concurso de Canto Viñas, y la violista Isabel Villanueva (24).

Se recupera también el Ciclo de Jóvenes Intérpretes en el Palacio Miramar (16 al 19 de agosto), y se fortalece la Quincena Andante, el ciclo que lleva la música clásica fuera de Donostia y que este verano llegará a 15 localidades de Gipuzkoa, Araba, Nafarroa e Ipar Euskal Herria.