El atleta navarro Asier Martínez cerró ayer una excelente, y hasta sorprendente, actuación en los Juegos de Tokio con una sexta plaza en la final de 110 metros vallas y un récord personal que ha fijado en 13.22, a solo 12 centésimas de la medalla de bronce.

El de Zizur Nagusia, con solo 21 años, volvió a completar una carrera de menos a más. Arrancó en la última plaza la primera parte de la prueba, pero un tramo final brillante le permitió adelantar a dos de sus contrincantes.

La medalla de oro se la llevó el jamaicano Hansle Parchment que, con un crono de 13.04 batió al gran favorito, el estadounidense Grant Holloway (13.09) –vigente campeón mundial y segundo mejor corredor de vallas de la historia– y a su compatriota Ronald Levy (13.10).

Martínez, de 1,90 de estatura y 78 kilos de peso, culminó un estreno olímpico de ensueño que abre ante él un futuro prometedor. Sobrevivir a la primera criba, ganando su serie con 13.32, ya supuso un gran éxito para él. Clasificarse después para la final con 13.27, batiéndose en pie de igualdad con los mejores del mundo, superó cualquier expectativa. Para colmo, en la final batió su mejor su registro.

Tras finalizar la carrera final, el zizurtarra se declaraba «feliz, no tengo palabras, estoy en una nube, no me lo creo, no soy consciente ni de donde estoy, y mucho menos del resultado».

«Veníamos buscando la marca, sin reparar mucho en donde pudiéramos estar con ella, pero bueno, lo hemos conseguido; hemos sacado lo que llevábamos en las piernas y eso me ha llevado donde me ha llevado. Lo voy a celebrar con una buena juerga con mi cuadrilla. Y también con mi familia y mi grupo de entrenamiento», añadió el atleta al terminar la carrera.

Martínez no se esperaba arañar medalla. GARA habló con él en marzo y el joven no pudo ser más claro. «No me gusta anticiparme y ponerme metas especialmente ambiciosas, creo que las Olimpiadas llegarán en su momento y estas no son las que me tocan. Le tengo un respeto especial a los Juegos Olímpicos y a quienes los preparan».

Martínez llegó con la peor de las marcas a esa final y le tocó correr por la calle 2, apartado de la los grandes favoritos y con la mente fija en superarse a sí mismo. Cosa que logró gracias a su espectacular remontada, en la que llegó a alcanzar 33,9 kilómetros por hora.

Sus piernas y su coraje le valieron ayer un diploma olímpico. Y así, el de Zizur Nagusia se convierte en el primer atleta navarro en traer uno de estos reconocimientos.

Hasta la carrera de ayer, la mejor actuación del atletismo navarro había sido la de Marta Mendia, que alcanzó un décimo puesto en salto de altura en los Juegos de 2004.

El primer oro de escalada, para Alberto Ginés

La escalada tuvo ayer su primera aparición en unos Juegos Olímpicos y el espectáculo y la emoción reinaron casi hasta el final. Y sin ningún género de dudas, el español Alberto Ginés fue el gran protagonista de la jornada, al hacer saltar por los aires los pronósticos y llevarse la medalla de oro.

El joven escalador español –el segundo más joven a sus 18 años– fue el más regular en las tres disciplinas de la prueba «combinada» –que incluye velocidad, boulder y dificultad–, siendo su base triunfal su victoria en la prueba de velocidad, en la que los favoritos más errores cometieron.

El triunfo de Alberto Ginés no fue la única sorpresa, ya que la plata fue para el estadounidense Nathaniel Coleman, mientras que uno de los principales favoritos, el austríaco Jakob Schubert, hubo de conformarse con el bronce. Menos es nada, porque otros candidatos al oro como Adam Ondra o Tomoa Narasaki se tuvieron que ir del estreno olímpico de vacío. Andoni ARABAOLAZA