Javier Orcajada del Castillo
KOLABORAZIOA

Dime tu profesión y te diré cómo gobiernas

En un artículo de prensa, un sociólogo alemán en tono distendido exponía una tesis curiosa que puede tener cierta credibilidad, aunque, ya lo avisaba, con muchas salvedades.

Partía de la base de que según el tipo de estudios hechos por los políticos sería su forma de gobernar. El militar sería probable que llevara al país al desastre terminando en dictadura o en una guerra. Si fueran de derecho sus decisiones estarían lastradas por el rigor en la aplicación de las leyes que retrasarían la dinámica de sus decisiones. Los ingenieros imprimirían a su forma de gobernar un exceso de detalles, algunos poco significativos, cuyo cumplimiento supervisarían personalmente, pero olvidando los aspectos humanos o económicos. Hacía un breve recorrido por otras profesiones como los médicos o los filósofos a los que tenía en alta consideración, aunque les acusaba de exceso de humanismo.

Curiosamente, este sociólogo centraba sus elogios en el economista, pues su principal valor es la eficacia y la urgencia. Afirmaba que el aspecto económico de la gestión es previo a cualquier otro, pues el dinero condiciona cualquier otra necesidad por muy materialista que parezca. Aunque, a este respecto, reconoce en el economista que la eficacia y la urgencia le lleva a veces a cometer errores en diversos aspectos como incumplimiento de los trámites legales, decisiones precipitadas para solucionar problemas empresariales o sociales sin tener todas las variables controladas, lo que finalmente supone alimentar a la oposición, provocar crisis para destituir a los ineficaces sin contemplaciones, incluso a convocar elecciones si la oposición le impide gobernar.

Puede considerarse un esperpento, pues el propio autor lo sugiere, pero en términos generales no va muy desencaminado mirando el panorama internacional actual, pero en España la profesión es indiferente: el estilo de la gobernanza lo marcan los poderes fácticos que le tienen que aprobar su programa de gobierno.