Aritz INTXUSTA

No sé, Rick, estos derechos históricos…

La serie va de una casa de empeños, en Las Vegas, donde aparece gente que quiere vender cosas extrañísimas para jugarse la pasta en la maquinita de los limones. A esa tienda entra, por ejemplo, un señor bigotudo con gorro de ala ancha que dice que el rifle que acaba de descolgar de la chimenea pertenecía a Búfalo Bill. Lo saca de su funda y lo pone en el mostrador.

«Joder, Búfalo Bill. Mataba muchos bisontes. Voy a llamar a Rick», dice el dependiente orondo. Rick es el jefe, que enseguida se presenta. «Joder, Búfalo Bill. Mataba muchos indios. ¿Le importa que llegue un amigo para que lo verifique?», le pregunta Rick.

Entonces llega el amigo, que es un señor que sabe mucho de rifles y que ha escrito siete libros del tal Búfalo. Mira el gatillo, la pátina y yo que se qué. A continuación, el señor puede determinar que el rifle sí es auténtico y vale tres trillones o, por contra, que es una imitación y vale tres dólares.

El rifle es el Fuero Nuevo, el derecho civil propio de Nafarroa o, para que se entienda mejor, el texto que regula herencias, casamientos, uniones, adopciones... los asuntos que en la práctica suponen la mayoría de los litigios.

Aunque se llame Fuero Nuevo, se trata de un texto preconstitucional que hedía a naftalina nacionalcatólica. Sucedía así porque llevaba sin tocarse desde 1973 debido a que UPN nunca lo descolgó de la chimenea porque le daba miedo llevarlo a la tienda de empeños (el Constitucional) y que le dijeran que era una escopeta vieja.

La pasada legislatura se tomó la decisión de que aquel rifle había que usarlo. Redactaron de nuevo las cerca de 600 leyes del Fuero, quitándole la pátina nacionalcatólica, el tufazo machista, modernizando conceptos y adaptándolos a las familias de hoy día, a la vida real de la sociedad navarra hoy.

El Estado, siempre celoso de que los territorios no cojan más poder del debido, recurrió ocho leyes de poco empaque y las llevó a la tienda de empeños constitucional, que le ha dado la razón parcialmente: anula 3 y matiza otras tres. Seis retoques frente a 600. Éxito casi total de la reforma del Fuero Nuevo. Nafarroa volverá a tener un Código Civil vivo, usable.

El problema es más de fondo, porque el TC, en su argumentación para tumbar las pocas leyes recurridas, deja a las claras que entiende los derechos históricos son puro ornamento, normas preconstitucionales sin fuste. Que el rifle funciona, pero que nunca lo disparó Búfalo Bill y que Nafarroa es tan especial como Murcia. Algún experto foralista se rasgará la camisa gritando a voces «¡contrafuero!». Hará bien. No hay que dejarse pisar. ¿Pero acaso no hemos sabido siempre que la bilateralidad Nafarroa-Estado es un cuento chino? Ahora, por lo menos, la poca autonomía que nos dejan servirá para algo más que decorar la chimenea.