Manu Errazkin
Vecino de Alde Zaharra de Donostia
KOLABORAZIOA

«Haserre gaude»

Vecindario del Muelle, josemaritarras y koxkeros, vecinas y vecinos de Alde Zaharra estamos enfadados, hartos de aguantar la degradación que nuestro barrio sufre cada vez más, degradación que llevamos años sufriendo por las políticas que desde el Ayuntamiento se han impulsado y que hoy en día mantienen su vigencia, llegando a ser el estercolero de nuestro «marco incomparable».

Ruidos, drogas, horarios, terrazas, basuras, incumplimiento por parte del Ayuntamiento de sus propias normas, continuas alusiones por parte del alcalde a una participación ciudadana siendo en realidad un pase de rodillo despreciando continuamente la opinión vecinal. Llevar a cabo políticas que dan a la hostelería y al turismo todo el poder en detrimento de la ciudadanía, negar a nuestro barrio de los mínimos equipamientos sociales, zona deportiva, casa de cultura, etc., en definitiva, negando al vecindario los mínimos derechos de vivir sin sobresaltos, descansar, hacer vida de barrio, en definitiva, hacer vida normal.

Pero nos hemos empezado a juntar y hemos decidido meter ruido hasta que seamos escuchados, no vamos a admitir largas ni dilaciones, no vamos a permitir que se nos tome el pelo continuamente como hasta ahora que llamamos a los munipas y nos contestan que están desbordados, que algunas calles son competencia de la Ertzaintza y que llamemos al 112, como si los munipas no tuviesen teléfono… Tenemos también testimonios de jóvenes que al ser expulsados del Muelle por la Ertzaintza les llegan a decir que vayan a hacer botellón a Juan de Bilbao. Hartos estamos de vivir esta situación, tan grave que cualquier día puede ocurrir una desgracia porque alguien no pueda aguantar más, pues si vecinos echan agua para su defensa, los niñatos alborotadores responden cantando «que se vayan». Niñatos de no se sabe qué calaña pero que están destrozando la convivencia en un barrio parecido o peor que una ciudad del lejano oeste sin ley ni orden. Vecinas y vecinos que no pueden salir de sus casas, o quienes tienen que soportar empujones y desprecios al intentar abrir la puerta del portal en que viven, mujeres que sufren agresiones sexuales, roturas de portales, lanzamiento de botellas a los balcones, utilización de un lenguaje chulesco y machista que no se había oído hasta ahora, podríamos seguir enumerando más situaciones pero pasaríamos horas y hay que seguir.

¡Ayuntamiento, ponte las pilas! Esta situación como antes he dicho, no ha surgido ahora con la pandemia sino que viene de atrás. Responde a oscuros intereses la degradación de nuestro barrio, quieren de esta forma expulsar a vecinas y vecinos para que financieros sin escrúpulos se hagan dueños de la situación y tengan manos libres para campar a sus anchas. Y desde el gobierno municipal se está potenciando esta política. El sábado día 2 nos vamos a manifestar porque la calle es nuestra y va a ser un comienzo, protestaremos mientras no se nos escuche, de diferentes formas pero no nos vamos a callar porque el vecindario de este barrio está cabreado.