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El Congreso declara a Bannon, estratega de Trump, en desacato

El comité de la Cámara Baja de EEUU que investiga el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero declaró en desacato por negarse a comparecer ante los legisladores al ultraderechista Steve Bannon, quien fuera asesor de Donald Trump. Cualquier persona culpable de desacato podría enfrentarse a hasta un año de cárcel y una multa de 100.000 dólares.

«El señor (Steve) Bannon parece haber desempeñado un papel multifacético en los acontecimientos del 6 de enero, y el pueblo estadounidense tiene derecho a escuchar su testimonio de primera mano sobre sus acciones», indica el informe del comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio y que el martes aprobó por unanimidad –incluidos sus dos integrantes republicanos, Liz Cheney y Adam Kinzinger– declarar en desacato al Congreso al que fue jefe de Estrategia del expresidente Donald Trump. El ultraderechista Bannon se ha negado, por indicación del exmandatario, a comparecer ante los legisladores o a entregar documentos.

La declaración de desacato pasa ahora al pleno de la Cámara Baja, que tenía previsto someterla a votación ayer. De ser aprobada, algo presumible dada la mayoría demócrata, será entregada al Departamento de Justicia para que procese a Bannon.

Bannon, que ayudó a dirigir la campaña de Trump en 2016 y fue su principal estratega político hasta que dejó la Casa Blanca en 2017, podría ser potencialmente multado con hasta 100.000 dólares (unos 86.000 euros) y encarcelado hasta un año si es declarado culpable de desacato al Congreso.

El comité investigador quiere que el ideólogo de la alt-right (diminutivo en inglés de la «derecha-alternativa») testifique porque cree que Bannon «tenía conocimiento previo sobre los extremos sucesos que podrían acontecer» el 6 de enero, cuando el Congreso tenía previsto certificar la victoria electoral de Joe Biden y Trump había convocado una protesta cerca de la Casa Blanca.

El comité basa sus sospechas en unas declaraciones que el ultraderechista, que fue asesor de Trump en la Casa Blanca, hizo en su podcast en la víspera del asalto al Capitolio, el 5 de enero.

«¿Va a desatarse el caos mañana? Mucha gente me ha dicho: 'Hombre, si hubiera una revolución, sería en Washington'. Bueno, este será vuestro momento en la historia», afirmó Bannon a sus oyentes.

El exbanquero y estratega de la nueva extrema derecha estadounidense, y mundial, se ha excusado detrás de una demanda presentada por Trump para evitar que ciertos documentos relacionados con aquellos hechos vean la luz, pidiendo al comité que posponga su comparecencia hasta que la Justicia falle, algo que este ha rechazado.

En la reunión del martes, Liz Cheney, hija del exvicepresidente republicano Dick Cheney, afirmó que los actos de Bannon y Trump «parecen revelar una cosa: sugieren que el presidente Trump estuvo personalmente involucrado en la planificación y ejecución del 6 de enero».

«Y llegaremos al fondo de eso», afirmó la congresista, caída en desgracia en su partido por su enfrentamiento con el magnate y exmandatario.

Por su parte, el demócrata Bennie Thompson, que preside el comité, dejó claro a Bannon que, «o acata al comité, o deberá enfrentar las consecuencias». También aseguró que es el único citado que no está colaborando con la investigación.

«Seguridad nacional»

El lunes, Trump interpuso una demanda para mantener ocultos unos documentos sobre el asalto al Capitolio, en el que murieron cinco personas y 140 agentes resultaron heridos.

Con esa demanda, el expresidente quiere impedir que los Archivos Nacionales de EEUU, que custodian documentos históricos, entreguen información sobre el asalto al Capitolio al comité que lo investiga.

Hace diez días, Biden autorizó a los Archivos Nacionales entregar los documentos y rechazó los argumentos de Trump, que defiende que esos informes deben mantenerse en secreto porque podrían poner en peligro la «seguridad nacional».