EH Bildu movilizó ayer a decenas de miles de personas en Bilbo para reivindicar una República vasca de «libres e iguales» en un día señalado por su carácter antifascista. Celebrada, no en vano, un 20 de noviembre, la movilización también sirvió como homenaje a Santi Brouard y Josu Muguruza, víctimas de la guerra sucia tal día como ayer en 1984 y 1987, respectivamente.

La manifestación de EH Bildu sorprendió también porque logró superar toda expectativa respecto a la asistencia. Decenas de miles de personas se movilizaron en Bilbo desde La Casilla hasta el Ayuntamiento, por el recorrido habitual de la que suele ser la mayor movilización política anual en el país; la de enero contra la política penitenciaria. Un recorrido kilométrico que define el reto afrontado por EH Bildu. Cerca de 80 autobuses llegaron de diferentes puntos de Euskal Herria para esta cita, aparcando junto a San Mamés.

A nivel interno, la cita tuvo además un sentido de reencuentro y relanzamiento tras el parón brusco que generó la pandemia hace 19 meses. En este sentido, los prolegómenos fueron animados, con ambientación musical incluida. Desde minutos antes de las 17.30, centenares de personas ya se encontraban en las inmediaciones de La Casilla, desde donde más tarde partió la cabecera de la manifestación. Antes de empezar, y sin olvidar que todavía vivimos en un momento de pandemia, desde la organización recordaron la importancia de caminar con la mascarilla aun encontrándose en un espacio abierto y se añadió que, «una vez más, el cuidado mutuo es la mejor herramienta de los soberanistas de izquierdas».

La pancarta fue portada por representantes de la formación, pero estuvieron acompañados también por personas de referencia, entre los que se encontraban Bakartxo Ruiz, portavoz en el Parlamento de Nafarroa; Arnaldo Otegi, coordinador general; Edurne Brouard, promotora e hija de Santi Brouard; Maddalen Iriarte, portavoz en el Parlamento de Gasteiz; o Mertxe Aizpurua, portavoz en el Congreso. A la cita también se sumaron delegaciones de formaciones políticas amigas o aliadas como BNG, ERC, CUP, Mes per Mallorca y Andecha Astur. A sus espaldas, como telón de fondo de la marcha, multitud de ikurriñas y banderas navarras con lemas por la independencia. Mensajes antifascistas, por la independencia o por la libertad de los presos se hicieron escuchar desde el inicio de la movilización.

La marcha avanzó despacio pero con buen ambiente. A la altura de Zabalburu, decenas de miles de personas se encontraban ya detrás de la pancarta, mientras que cientos esperaban desde las aceras el paso de la cabecera para unirse a su paso. En este momento, se procedió a una pausa y una electrotxaranga animó la marcha.

Una hora después de su salida desde La Casilla, la cabeza de la manifestación llegaba al Ayuntamiento, donde decenas de concejales y representantes de EH Bildu llenaban la escalinata entre gritos de “Independentzia!”. Tras esperar unos instantes para que entrara más gente en la plaza, Arnaldo Otegi y Garazi Perea tomaron la palabra.

«Santi y Josu, sois el pueblo»

«Desde que nacimos han pasado 10 años y desde entonces todos se han atrevido a decirnos lo que tenemos que decir; a explicar quiénes somos: Que si bilduetarras, que si clasistas segregadores, que si feminazis, que si terroristas... ¡Ya vale! Aquí a algunos les aterra que EH Bildu esté en las instituciones. Porque saben que somos la única alternativa para este país», reivindicó Garazi Perea.

Tras ella, el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, se puso frente al micrófono para incidir en que «el estado natural de los pueblos no es la resistencia, sino la libertad». Durante su discurso, Otegi tuvo muy presentes a Santi Brouard y Josu Muguruza: «Hoy se cumplen 32 y 37 años. Y entonces dijimos ‘Santi y Josu, sois del pueblo’. Y hoy seguimos haciendo su camino, los llevamos en nuestra memoria y nuestro corazón. Pero es importante decirles a los aparatos del Estado que los mataron y que, aunque quisieron destruir nuestro proyecto independentista y debilitar la nación vasca, aquí estamos».

Sobre el futuro del país, avisó de que «no se trata de sumar siglas. Hay que articular todas las fuerzas que hay en este pueblo para formar un bloque histórico, nacional y popular. Que encare el futuro con confianza y sin complejos. Estamos preparados para compartir ese liderazgo y poner en marcha este país». Otegi finalizó su intervención teniendo presentes a los familiares que se encuentran este fin de semana visitando a los presos en las cárceles del Estado español y el Estado francés, y culminó con el grito de «vamos arriba, herriak bizi behar du! Gora Euskal Herria askatuta!».

Desde las delegaciones, la manifestación también fue considerada como una gran demostración de fuerza por parte de la izquierda abertzale. Así lo valoró en declaraciones para GARA la representante de la CUP, Maria Rovira, quien añadió que EH Bildu demostró que «después de la pandemia se puede volver a movilizar en las calles y que el proyecto de la izquierda abertzale está vivo». Por parte de ERC, la portavoz del grupo parlamentario de ERC y EH Bildu en el Senado español, Mirella Cortès, señaló que sintió «una gran emoción» al observar la gran cantidad de gente que se unió a la manifestación, y destacó la importancia del acuerdo entre ambas formaciones en las instituciones españolas. Finalmente, el secretario de organización del BNG, Bieito Lobeira, explicó a GARA que «es una evidencia que EH Bildu tiene músculo, no solo institucional, sino también social», más teniendo en cuenta que seguimos en «un momento postpandémico».