Ingo NIEBEL
COLONIA
ACUERDO EN ALEMANIA

Socialdemócratas, Verdes y liberales activan el «Gobierno semáforo»

Dos meses después de las elecciones generales, Alemania va a contar pronto con un nuevo Ejecutivo. Socialdemócratas (SPD), Verdes y liberales (FDP) han presentado su acuerdo de Gobierno. A mediados de diciembre el tripartito podría poner fin a la época de las Grandes Coaliciones lideradas por la canciller Angela Merkel (CDU).

El Gobierno en funciones encabezado por la canciller democratacristiana Angela Merkel celebró ayer su última reunión oficial. El traspaso de poderes a su sucesor en el cargo no supondrá mayores problemas porque va a recaer en su todavía ministro de Finanzas y vicecanciller, el socialdemócrata Olaf Scholz. De manera sorprendente, su formación, el SPD, se impuso en las elecciones generales de setiembre. Aunque se situara como primera fuerza política y parlamentaria, el partido que se identifica con el color rojo, necesitaba dos socios para no tener que gobernar en minoría.

Antes de que Scholz y el SPD pudieran invitar a sus socios en potencia a sondear el terreno, Verdes ecologistas y liberales se reunieron para hablar. En 2017, el FDP de Christian Lindner abandonó las conversaciones con la CDU de Merkel y los Verdes. Como consecuencia, y más bien por razón de Estado, el SPD optó por una tercera edición de la Gran Coalición, que bajo el liderazgo de la canciller le había dejado diezmado. Al final, el SPD venció gracias a Scholz y por los errores que el candidato de la CDU, Armin Laschet, cometió en la campaña electoral.

Los tres socios han querido desmarcarse de la época anterior. Su acuerdo lleva por título «Atreverse a más progreso». La frase alude al eslogan del histórico canciller socialdemócrata Willy Brandt quien, en 1969, ante el conservadurismo de los Ejecutivos anteriores invitó a «atreverse a más democracia». Además, recoge indirectamente la crítica hecha a Merkel en el sentido de que durante sus 16 años de Gobierno ha paralizado el país. Los tres socios definen su futuro Ejecutivo como la «alianza para la libertad, justicia y sostenibilidad».

El futuro tripartito ha presentado una ambicioso programa de Gobierno que lo sitúa en el centro político con la perspectiva de hacer avances en digitalización, protección del clima y en materia social con la construcción de 400.000 nuevas viviendas cada año, el establecimiento de un límite a la subida del alquiler, la subida del salario mínimo a 12 euros la hora y la supresión de incentivos sobre los precios de la electricidad y del combustible, pero solo a partir de 2023. Habrá también una seguridad básica financiera para niños.

Otras de las novedades en el ámbito social serán su disposición a facilitar la reagrupación familiar de los refugiados en Alemania y a favorecer su integración cambiando la ley de nacionalidad y eliminado el término «raza» de la Ley Funda- mental. También se quiere legalizar la venta de cannabis a adultos en tiendas autorizadas.

Respecto a la autodeterminación sexual, los tres socios anuncian varios cambios legales. Por un lado, quieren garantizar el derecho al aborto como una práctica totalmente legal y protegerla frente a ataques de sus adversarios. Por otro, se mejorará el estatus legal de las y los transexuales.

Sin embargo, en 2023, el tripartito implementará de nuevo el límite obligatorio de endeudamiento que en la Unión Europea ha quedado suspendido debido al covid-19.

En materia de política exterior, el «Gobierno semáforo» seguirá apostando por el multilateralismo, la unión transatlán- tica con EEUU y Canadá, la colaboración con Gran Bretaña, el apoyo a países como Ucrania y el «diálogo constructivo» con Rusia, además defender la «solución de dos estados» para el conflicto entre Israel y Palestina. Se compromete a invertir el 2% del PIB en gastos de defensa, tal y como demanda la OTAN. Al margen de eso, quiere dotar a las Fuerzas Armadas alemanas con drones armados y acepta la presencia de armamento nuclear de EEUU en territorio alemán.

Reparto de carteras

En la presentación del acuerdo ayer, Scholz anunció una «coalición de socios a un mismo nivel». Estas palabras tienen su reflejo en el reparto de las carteras según el poder de cada formación. El SPD va a poner el canciller y dirigir la Cancillería y seis ministerios: Defensa, Interior, Trabajo y Asuntos Sociales, Sanidad, Construcción y Vivienda, Cooperación Económica y Desarrollo.

Los Verdes estarán al frente de Exteriores, Medio Ambiente y Protección del Consumidor, Economía y Protección del Clima, Familia, Alimentación y Agricultura y Cultura y Medios. Se supone que el copresidente del partido, Robert Habeck, será el superministro de Economía y Clima, mientras que su homóloga, Annalena Baerbock, asumirá la cartera de Exteriores. Además Habeck será vicecanciller, un título no vinculado a un cargo o ministerio específico.

Le servirá de lugarteniente el liberal Lindner, al frente del Ministerio de Finanzas. El FDP va a designar, además, las personas que liderarán los ministerios de Justicia, Transporte y Educación e Investigación.

Scholz anunció que el nuevo Ejecutivo coordinará la futura política europea entre la Cancillería y los Ministerios de Finanzas, Exteriores y Economía. Además sugirió que tal vez su Gobierno no apoye otra candidatura de la democratacristiana Ursula von der Leyen para presidir la Comisión Europea.

Otro cambio afecta a la lucha contra la pandemia, cuya incidencia a nivel nacional supera los 400 casos por 100.000 habitantes en siete días con casi 66.900 nuevos infectados en un día. Para hacer frente a la situación, que en algunos estados federales adquiere tintes alarmantes, Scholz informó de que en adelante la Cancillería contará con un Estado Mayor compuesto por los tres socios y al que asesorará un equipo de expertos y expertas en diferentes materias científicas.

Antes de que el nuevo Ejecutivo se ponga manos a la obra, los tres partidos tienen que aprobar el acuerdo. El SPD y el FDP lo harán a través de sus ejecutivas mientras que los Verdes consultarán a sus bases. A partir de hoy, sus 125.000 afiliados tendrán diez días para dar su visto bueno o no al pacto de gobierno.

Una vez superado este último obstáculo, el presidente de la República Federal, Frank-Walter Steinmeier, deberá proponer el candidato a canciller al Bundestag. Tras la concordia que los socios han mostrado a lo largo de las negociaciones sería una sorpresa que Scholz no lograra la mayoría absoluta en la primera votación (los socios tienen 416 de los 736 escaños en el Parlamento), para la que aún no hay fecha. Si tiene lugar antes del 17 de diciembre, Merkel no superará a su mecenas Helmut Kohl como canciller con más tiempo en el cargo.

Dimite la jefa de Gobierno en Suecia

La primera ministra de Suecia, la socialdemócrata Magdalena Andersson, dimitió ayer apenas unas horas después de ser nombrada, después de que la votación de los presupuestos se saldara con el triunfo de la propuesta de la oposición conservadora y su socio ecologista abandonara la coalición de Gobierno.

El «sí» de sus compañeros del Partido Socialdemócrata y del Partido de Medio Ambiente le permitieron a Andersson sumar 174 votos a favor para ser nombrada primera ministra, los mismos que logró sumar la oposición conservadora. El sistema parlamentario sueco establece que basta con que no haya más votos en contra que a favor, por lo que Andersson fue proclamada y se convirtió en la primera mujer nombrada jefa del Ejecutivo sueco entre aplausos y visiblemente emocionada.

Sin embargo, tras la votación de los presupuestos, el Partido Verde se retiró de la coalición gubernamental que apoyaba a Andersson. El «no» del Partido de Centro al proyecto presupuestario de la coalición gobernante dejó sin los votos necesarios para sacar adelante las cuentas públicas, y salió adelante el proyecto presentado por la oposición, que Andersson estaría obligada a aplicar. GARA