Ha pasado la noche más corta del año, que paradójicamente en muchos pueblos se convierte en una de las más largas. Cunde la noche, se expanden las fiestas y toda excusa es buena. Es oficial, la temporada de fiestas ha comenzado en Euskal Herria. Aficionados y profesionales de la parranda llegan con diferente rodaje, comparten espacios pero no compiten al mismo juego, aunque tienen el mismo objetivo: disfrutar.

Estos días se multiplican las dianas, los pasacalles, las charangas, los festivales y los conciertos. La música es parte intrínseca de esta época y de estas fiestas. El letargo ha terminado y con él los ensayos. El país está preparado para disfrutarlo, en vivo y en directo.