EDITORIALA

La mayoría social está con los derechos LGTBI+

El Día Internacional del Orgullo LGTBI+ es una jornada que mezcla celebración y reivindicación. Celebración para festejar los avances logrados en el reconocimiento del derecho de todas las personas a vivir su sexualidad de forma libre y sin temor a que puedan ser excluidas o censuradas. En ese camino se han aprobado normas que, por ejemplo, legalizan el matrimonio igualitario y otras que prohíben la discriminación de las personas transexuales. En esa dirección, ayer mismo, el Gobierno español presentó el proyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans, en la que entre otras cuestiones se despatologiza el cambio y reconoce la autodeterminación de género.

Sin embargo, todavía queda mucho espacio para la reivindicación. El proyecto de ley trans estatal ha dejado en evidencia, por ejemplo, que en la CAV nunca se ha aprobado una norma para evitar la discriminación de las personas LGTBI+. Un vacío que ayer Euskal LGTBI+ Behatokia trató de llenar al presentar públicamente su propia propuesta de norma. No obstante, más allá de las modificaciones legales, conviene tener en cuenta también los cambios que se están produciendo en la sociedad. El ascenso de la extrema derecha y de los grupos fascistas está alimentando discursos de odio contra el diferente. Discursos que van acompañados por la total impunidad con la que se mueven esos grupos y que ha provocado un aumento significativo de las agresiones a todo tipo de personas que se salen de la norma. Se está produciendo un auge de los discursos reaccionarios que ya han logrado, por ejemplo, revocar el derecho al aborto en EEUU y que amenazan con seguir extendiendo el recorte de derechos al resto del mundo.

Este año el Día Internacional del Orgullo LGTBI+ llega con nuevas propuestas para garantizar derechos y avanzar hacia una sociedad más igualitaria y justa. Sin embargo, el contexto general es mucho menos favorable que en años anteriores a causa del empuje de las fuerzas más reaccionarias y retrógradas. Una jornada para festejar pero, sobre todo, una oportunidad para demostrar que la mayoría social está con los derechos de las personas LGTBI+.