El nuevo Concepto Estratégico aprobado por la OTAN en la cumbre de Madrid -que apunta a Rusia como amenaza y a China como desafío, y lanza un fuerte impulso a la carrera de armamentos y gastos militares- ha sido respondido por Rusia y China replicando que es esta alianza la que amenaza la seguridad internacional.

El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció las «ambiciones imperiales» de la OTAN, a la que acusó de buscar su hegemonía a través del conflicto ucraniano.

La Alianza Atlántica y «sobre todo Estados Unidos necesitaron durante mucho tiempo tener un enemigo externo en torno al cual unir a sus aliados. Irán no era bueno para esto. Les hemos dado esta oportunidad, la oportunidad de unir a todos a su alrededor», ironizó Putin en la cumbre del Caspio en Asjabad.

Putin denunció que «escondidos bajo la fachada de un supuesto orden, basado en reglas y otros conceptos dudosos» intentan orientar acciones y crear bloques que «solo convienen a un país, a Estados Unidos».

Las acciones de la OTAN en la próxima década tendrán el objetivo estratégico de hacer frente a Rusia como «la amenaza más significativa y directa». Este objetivo se plasmó, entre las decisiones tomadas, en el refuerzo del despliegue militar en el este europeo con más de 300.000 efectivos en brigadas de intervención rápida en ocho países.

«No podemos descartar la posibilidad de un ataque contra la soberanía o integridad territorial de los aliados», asegura el documento, que sustituye al aprobado en 2010, cuando se calificaba a Rusia como un «socio estratégico».

Por otro lado, Putin afirmó que «no hay problema» para Rusia en la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN, pero advirtió que aumentará la tensión y que «en caso de despliegue de contingentes militares allí, nos veremos obligados a responder de manera simétrica y crear las mismas amenazas para los territorios de los que emanan las amenazas para nosotros». También el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, acusó a la OTAN de violar el Acta de 1997 que rige sus relaciones con Rusia, que prohíbe expresamente el despliegue permanente de armamento en territorio de los nuevos miembros de la Alianza Atlántica. A su juicio, «está bajando de nuevo el Telón de Acero».

Respuesta china.

La definición por parte de la OTAN de China como un «desafío» para su seguridad e intereses y los lazos que la Alianza está tejiendo en la región Asia-Pacífico para hacer frente a Pekín (como reflejó la relevante presencia en la cumbre de Japón, Corea del Sur y Australia), también tuvieron la réplica china. Pekín consideró que el nuevo Concepto Estratégico está sesgado ideológicamente y es propio de la Guerra Fría.

«Treinta años después, la OTAN continúa con su vieja táctica de crear enemigos y de fomentar la confrontación de bloques. Este nuevo Concepto Estratégico ataca y difama maliciosamente a China. Daremos respuestas firmes y decididas a todo acto que socave nuestros intereses», señaló el portavoz de la misión de China ante la UE. Según indicó, la estrategia atlantista reprocha los «desafíos» de otros países y, sin embargo, es la Alianza la que va creando problemas en todo el mundo».

«Se autoproclama una organización defensiva que defiende el orden internacional basado en normas, pero ha pasado por alto al Consejo de Seguridad de la ONU y ha librado guerras contra estados soberanos», agregó.

El portavoz de Exteriores, Zhao Lijian, también criticó que el documento de la OTAN «ignora los hechos y hace comentarios irresponsables sobre el desarrollo de la política de seguridad china, que es completamente normal. China está muy preocupada y se opone completamente».

«La OTAN mata civiles».

Zhao acusó a la organización de «matar civiles inocentes» y de «tener las manos manchadas de sangre», y recordó «la tragedia histórica» que supuso el bombardeo de la Embajada de China en la extinta Yugoslavia a manos de la OTAN, que provocó en mayo de 1999 la muerte de tres periodistas chinos.

«¿Quién está desafiando la seguridad global y socavando la paz mundial? ¿Hay alguna guerra o conflicto en estos años en los que la OTAN no haya estado involucrada?», apuntó el portavoz destacado en la UE, que agregó que China nunca ha iniciado una guerra ni invadido otros países «ni exporta ideología ni impone sanciones unilaterales».

Pekín también criticó las muestras de fuerza de la Alianza en la región de Asia-Pacífico para así «provocar una confrontación entre bloques como ha hecho en Europa» y expandirse hacia Asia, criticando que Tokio y Seúl acepten el paraguas de EEUU como garantía de seguridad.

Uno de los portavoces del Ministerio de Defensa, el coronel Tan Kefei, añadió que «el Ejército chino tomará represalias en el momento en que cualquier aparato militar extranjero venga a las puertas de China para provocar».

«Rusia y China siguen buscando beneficios políticos, económicos y militares en nuestra vecindad meridional. Tanto Moscú como Pekín están utilizando la influencia económica, la coerción y los enfoques híbridos para promover sus intereses en la región», insistió ayer el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al concluir la cumbre en la que la Alianza se ha visto reforzada con nuevos miembros, un mayor compromiso y objetivos extendidos a todo el planeta. Ha conseguido que los socios prometan llegar al menos al 2% de su PIB en gasto militar y aumenten la financiación de la Alianza.

La última jornada enfocó la atención en Oriente Medio, el norte de África y el Sahel. «La inseguridad en estas regiones tiene una repercusión directa en la de todos los aliados», recalcó Stoltenberg.

Rusia avanza en Lugansk y cede en el Mar Negro

Rusia se retiró ayer de la estratégica isla de las Serpientes en el mar Negro mientras anunció haber tomado el control de la gran refinería de petróleo de Sloviansk, a unos 10 kilómetros al suroeste del centro de la ciudad, el último bastión del Ejército ucraniano en la provincia de Lugansk.

Kiev reconoció combates en la zona. Moscú comenzó justificando su retirada de la isla como muestra de buena voluntad para abrir un corredor marítimo al trigo ucraniano pero acabó reconociendo que lo hacía por los insistentes ataques desde la costa.

El presidente de EEUU, Joe Biden, aseguró que sostendrá a Ucrania «todo el tiempo que haga falta» y anunció otros 800 millones en armas. El presidente francés, Emmanuel Macron, recalcó que «Rusia no puede ni debe ganar esta guerra», pero se mostró dispuesto a hablar con Putin «cuando esté justificado». GARA