Arantza Santesteban
Historialaria
JO PUNTUA

Imaginar el 2014

Recuerdo que hace ahora dos navidades, recién estrenado el año, la palabra más usada para definirlo era la del apocalipsis. Recuerdo el sinfín de leyendas urbanas que aventuraban el fin del mundo, un cataclismo, la humanidad hecha añicos. Sin embargo, como en la mayoría de los casos, la realidad acaba superando la ficción -si no que se lo digan al hijo de Enrique Maya- y, lejos de haber desaparecido, estos días estrenamos año nuevo.

Amanecer un primero de enero -día en que están escritas estas palabras- es, entre otras cosas, levantarse de la cama y, si la resaca lo permite, hacer ejercicios de futurología casera. Qué pasará en el año que entra. Qué traerá el futuro próximo. Cómo será el nuevo año. Sacar la bola de cristal y proyectar en ella aquello que se desea, que se prevé, que se espera. El resultado es, evidentemente, incierto.

Yo este comienzo de año prefiero reservar la imaginación para soñar e imaginar un mundo diferente, lejos de tanto facherío recalcitrante, tanta intransigencia «a la española» y tanta violencia patriarcal. Es otra habitual manera de construir futuro imaginando y soñando con todo aquello que una quisiera no tener que padecer en los años venideros.

Joder, y es que yo me imagino levantándome un día como este y dejando de ver a mujeres en tetas anunciándolo todo. Porque, después de la sobredosis de publicidad violenta donde mujeres idealizadas aparecen siempre insinuantes y dispuestas -sí, empieza a haberla también con los hombres, dentro del marco generalizado donde los roles de género se utilizan para sostener el sexismo-, espero y deseo con todas mis fuerzas que el futuro se combata en estos términos para ver si salimos del estado mental de estupidez generalizado en el que vivimos.

Por qué no, fantaseo con abrir los ojos un día como este y pensar que toda esa calaña opusiana que vive y habita Nafarroa desaparece de nuestro horizonte; o, puesta a ser un poco más moderada, que se lo piensan mejor y se reconvierten en gente de verdad, respetuosa y respetable. Que dejan de imponer su ideología opresora e inquisitiva sobre nuestras decisiones y nuestros cuerpos. También sueño con que el arzobispo de Iruñea, en un momento de lucided divina, se hace el harakiri y desaparece para siempre de la faz de la tierra.

Y, cómo no, imagino un 2014 donde Cameron le da clases particulares a Rajoy y este entiende al fin que el cojonímetro con el que se empeñan en cortocircuitar los procesos de toma de decisión de la cuidadanía vasca y catalana no sirve para nada. Que por fin los poderes españoles, en un delirio de sensatez, solucionan las consecuencias del conflicto que ellos mismos generan y recogen el guante de los pasos que les interpelan directamente desde la unilateralidad.

En este principio de año seguiremos soñando, pues, con un futuro mejor, libre de agentes extraños que perjudican seriamente la salud de usted y de las que le rodean. Urte berri on!