La aportación de Wall Street fue decisiva para que el Ibex acabara en positivo y cerca de franquear el nivel de los 10.100 puntos. La salida en Nueva York, sin embargo, no fue prometedora, ya que hicieron daños los datos de empleo y consumo. La semana pasada se hicieron 339.000 solicitudes de subsidio de desempleo, una cifra superior a la esperada, mientras que las ventas minoristas caían en enero un 0,4%. Después de digerir estas decepciones giró al alza, momento aprovechado por el Ibex para alejarse de los números rojos. Este comportamiento irregular levanta temores entre los inversores, que miden sus movimientos a la espera de una reacción a la baja si el índice no es capaz de saltar con fuerza del nivel alcanzado ayer. El Ibex se anotaba al final un 0,18%, hasta los 10.098,90 puntos, máximos de la jornada. En el año avanza un 1,84%. En Europa, Fráncfort subió un 0,60%, y París, un 0,17%. Solo Londres (-0,23%) cedía terreno entre los grandes índices. Dentro del Ibex, los bancos tomaban nuevamente el protagonismo. Así, el mejor fue Bankia (+3,25%), que no cesa de lanzar mensajes optimistas sobre su futuro y la privatización de una parte del capital público. En el lado opuesto terminó Popular (-3,31%), castigado por una rebaja en su nota de deuda a largo plazo por parte de SP. Entre los ganadores, despuntaron asimismo IAG (+3%) y Gamesa (+1,67%). Del grupo de los grandes, BBVA era el peor al perder un 0,40%, mientras que Santander y Telefónica subían más de un 0,20%. En París, Renault saltó un 5,59%, alentado por sus buenos resultados en un entorno difícil para el sector.