Jon Odriozola
Periodista
JO PUNTUA

Tipicoleando

La corrupción es el diapasón de la democracia donde, dicen, gobierna el pueblo. Donde no hay corrupción no hay democracia, sino «totalitarismo»

Tip: ¡Coll, hijoputa, choque esas cinco! Coll: ¡maestro, a sus pies! Tip: ¡claro, con esa estatura que usted gasta! Coll: agudo, muy agudo. Tip: no se crea todo lo que dicen de mí. Coll: descuide, solo veo la tele. Tip: criatura, ¡un privilegiado! Coll: es que yo me lo guiso y yo me lo como. Tip: no le entiendo, caballero. Coll: ni falta que hace, milord. Tip: menos mal, creía que estaba usted faltándome al respeto. Coll: jajajá, parecemos una pareja cómica. Tip: de atar, cómicos de atar. Coll: antes eran Cómicos de la Legua, donde empezó, por cierto, Ramón Barea, gran goliardo y bululú. Tip: si usted lo dice... Coll: lo sé porque le interrogué hábilmente en el Iñakiren Taberna y lo negó todo. Tip: ¿acaso,por ventura, estaba imputado? Coll: no, por cierto; no gustaba de postres este divino impaciente. Tip: comprendo. Coll: pues me lo explique, mesié.

Tip: tiene usted razón. Coll: siempre. Tip: ¿en qué? Coll: usted sabrá. Tip: ¿y cómo quiere que lo sepa? Coll: yo solo sé que no sé nada y tal. Tip: como Sócrates, aquel delantero brasileño del Mundial-70 en México. Coll: no, como la Infanta Cristina. Tip: la esposa de él. Coll: sí, de él. Tip: a quien ama ella de él. Coll: la susodicha ella de él quien asegura haber confiado en él ella que es suya de él siendo que habiendo ser esposa suya de él no consultaba nada sinalagmático porque este «palabro» como que no, o sea. Tip: atinadas palabras, sarramián. Coll: ¡no hay justicia! Tip: al revés, monamí. Coll: sí, porque ella lo niega todo. Tip: todo empezó con la rampa. Coll: que si la bajaba en coche o andando, joer, qué vara. Tip: yo sugerí que descendiera en diligencia como borbona o en tílburi como aprendiz de burguesa fisiócrata. Coll: carnaza para tertulianos y entretenimiento para el vulgo. Tip: ¡la Infanta en la picota, como en los tiempos feudales, un escarnio! Coll: ¡con lo moderna que es la Monarquía! Tip: un esperpento, Don Lotario. Coll: un espejo cóncavo. Tip: un tu puta madre. Coll: ¡a mis brazos, moncherí!

Tip: ¿cómo va el Athletic? Coll: no tengo reloj. Tip: la patria en desguace, sin un rodrigo de triana en la cofa. Coll: rico este cofa con leche, yes, I think so. Tip: oremos. Coll: cogeré las zapatillas. Tip: a usted, a veces, hay que leerle entre líneas. Coll: como en los tiempos de Su Excelencia. Tip: se me eriza el vello, ladrón. Coll: bah, pasaba por aquí. Tip: no pillo el calambur. Coll: es simple, míster. No hay nada como una espectacular y mediática corruptela que llevarse a las fauces del sistema, digerirlas, regurgitarlas y concluir que la democracia, el Estado de Derecho, salió reforzado. Que es así lo demuestra el insólito caso de ver a una infanta imputada. ¿Cuándo se ha visto esto? ¡Jamás de los jamases! Esta es la grandeza de la democracia, queridos niños. La democracia funciona. Ítem más: de no haber corrupción no existiría la democracia. La corrupción es el diapasón de la democracia donde, dicen, gobierna el pueblo. Donde no hay corrupción no hay democracia, sino «totalitarismo», como en Corea del Norte, por ejemplo. Países atrasados, aburridos, sin corruptelas (alguna habrá, me dicen) ergo: sin democracia. Tip: sabias palabras. Coll: camarero, otra vuelta, por favor, que pago yo. Tip: como siempre, pringao, jojojojó.