GARA BELFAST

Robinson amenaza con dimitir por la suspensión del juicio contra un presunto miembro del IRA

El ministro principal del norte de Irlanda, el unionista Peter Robinson, amenazó ayer con dimitir si no se juzga al irlandés John Downey, acusado de un atentado del IRA que en 1982 costó la vida a cuatro soldados británicos en el londinense Hyde Park. La suspensión del juicio en su contra podría traducirse en una amnistía para casi 200 exmiembros del IRA.

El tribunal penal Old Bailey determinó el martes que Downey, de 62 años, no será procesado al haber recibido una carta de la Oficina del Gobierno británico en la capital norirlandesa que ofrecía la garantía legal de que nunca sería juzgado por ese ataque a cambio de la promesa del IRA de desmantelar su arsenal. El Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI) reconoció que detectó el «error» al poco de enviarse la misiva, pero no hizo nada al respecto a pesar de que sabía que Downey era requerido por Scotland Yard.

«No estoy dispuesto a que el Gobierno de Su Majestad me mantenga en la oscuridad sobre cuestiones relevantes para Irlanda del Norte», advirtió Robinson, quien dijo sentirse engañado y aseguró que cumplirá con su amenaza de renunciar al cargo si no se efectúa una «revisión judicial» sobre un caso que ha levantado enorme polémica en Gran Bretaña.

El primer ministro británico, David Cameron, atribuyó ayer la puesta en libertad de Downey a un «error terrible» de la PSNI. «Debemos ser totalmente claros. Este hombre nunca debería haber recibido la carta que recibió. Fue un error terrible y un error por el que ahora tenemos que hacer una rápida revisión para que no vuelva a ocurrir», dijo Cameron ante el Parlamento de Londres.

Downey formaba parte de un grupo de exmiembros del IRA denominados como «fugados» que, en vista de los progresos efectuados en el proceso de paz, no serían procesados por delitos cometidos antes de la firma del Acuerdo de Viernes Santo (1998).

Londres informó ayer de que ha enviado 38 cartas similares. Según el Gobierno británico, la mayoría de las 187 misivas enviadas fueron redacta- das por el anterior Ejecutivo laborista, que introdujo esta iniciativa legal en 2005.

La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers admitió que esta decisión podría desestabilizar al Gobierno de Belfast.

Robinson afirmó ayer que, de haber sabido de la existencia de ese acuerdo «secreto», no hubiese aceptado liderar en 2007 el Gobierno autónomo con su adjunto, el republicano Martin McGuinness.

El «número dos» de Sinn Féin hizo ayer un llamamiento a la calma por el bien del proceso de paz. «Mis colegas unionistas tienen que calmarse. Hemos recorrido un largo camino. Ninguna persona sensata agradecerá que se amenace (con dimisiones) a las instituciones», escribió McGuinnes en Twitter.