Querella
La cercanía casi patológica con todo lo más reaccionario, sus comentarios homófobos, retrógrados y demás, son ideales para las intenciones del ente, sus dirigentes circunstanciales y el partido que les sustenta con la mayoría parlamentaria. Si alguna de sus coladas hubiera tenido un mínimo carácter de cuestionamiento de las tesis de Rouco, Aguirre o Gallardón, estaría de patitas en la calle. Pero ella representa aquel modelo proclamado por el matrimonio Aznar-Botella, de «mujer, mujer». Y muy española, muy racial. No importa si tiene ramalazos de incultura supina, ni que esté ante las cámaras con una desidia casi mística, lo importante es que marca estilo, tiene una audiencia relativa, pero mantiene el espíritu nacional.
Pues no se le ha ocurrido otra cosa que presentar una querella a «El Mundo Today», un equipo de humoristas en la red y una cadena de radio, que tienen un humor muy lacerante a base de titulares de prensa falsos. Ella se ha sentido ofendida y les lleva a los juzgados. Para saturarlos un poco más con mamarrachadas de honores calderonianos bastardos. ¿No entiende ese humor? Sí, lo entiende, pero se trata de acallar cualquier humor que ponga el espejo a la sociedad que representan Ella y la banda de Rajoy. Amedrentar, acojonar, cercenar la libertad de expresión. Quieren coros y danzas sumisos dirigidos por Marhuenda.