La manifestación convocada por todos los sindicatos de Osakidetza para este jueves en Bilbo será el preludio de las movilizaciones que tras las vacaciones tendrán lugar para hacer frente a los continuos e inacabables recortes que la Sanidad pública, y por tanto la ciudadanía, está sufriendo. Son ya cinco años en los que las condiciones de los trabajadores también han ido empeorando, lo cual, a su vez, incide en el deterioro del servicio, como consecuencia de la masiva supresión de trabajadores eventuales, el aumento de la jornada laboral y la reducción de salarios.

Los recortes siempre son denunciables desde el momento en que suponen unos cada vez peores servicios públicos, tanto en cantidad como en calidad, precisamente cuando más necesarios son. Unos servicios pagados por todos los ciudadanos, por lo que su gestión ha de priorizar las necesidades de los mismos. Y si no lo hace, esa gestión no es justa. Por eso son injustos los recortes en general, y en algunas materias, especialmente en Sanidad, son sencillamente inaceptables, porque afectan a uno de los derechos más básicos, como es la salud. Tras cinco años, hay motivos de sobra para decir basta.