Alberto PRADILLA
Entrevista
JOSÉ ANTONIO SÁNCHEZ TAPIAS
CANDIDATO A SECRETARIO GENERAL

«Ante la nueva situación vasca deseo que se exploren posibilidades inéditas que nuestra legislación permite»

Nacido en Sevilla en 1955, José Antonio Pérez Tapias es decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada y candidato a liderar el PSOE en la pugna interna. Fue diputado en la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente y votó contra la reforma del artículo 135. Tiene apoyos de Odón Elorza o José Luis Úriz.

¿Cómo ha llegado el PSOE a esta situación crítica?
Causas remotas e inmediatas. Estas últimas empezaron en mayo de 2010, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se vio obligado a aplicar recortes. No fue solo el coste electoral sino de proyecto, que se enturbia. Se nos perdió el hilo. Para muchos, la reforma del 135 también fue un paso que no debió darse. Otra cosa es el contexto inmediato: el descrédito general de la clase política. También, la asociación que establece la ciudadanía de que PP y PSOE son lo mismo. La socialdemocracia española, como la europea, se han visto contaminada por el neoliberalismo como ideología dominante. Y ha ido quedando desarmada.

¿Qué piensa si se habla del PASOK?
El PASOK está donde nosotros no debemos llegar.

Dice que la ciudadanía percibe que PSOE y PP son lo mismo. Pero es que muchas veces, en «cuestiones de Estado», votan lo mismo.
La situación chocante es que no siendo exactamente lo mismo parece lo mismo. Por ejemplo, el tema catalán, donde el PSOE ha dado pasos en dirección hacia una reforma federal. Algunos pensamos que es un punto de salida al que el PP no ha llegado. Creo que el PSOE tiene que decantar más su propuesta política, lo cual no quiere decir que no haya visión de Estado. Una posición de Estado respecto a cuestiones cruciales no quiere decir que todos vayamos a la posición del PP. Es más, no puede ser solo del PP y del PSOE.

La resolución del conflicto vasco es también cuestión de Estado. ¿Qué posición mantendría usted en caso de ser secretario general del PSOE?
Estamos en una situación distinta de la que se daba en un pasado no tan remoto. Hay unas dinámicas de reconciliación social, convivencial y política que tienen que tener recorrido. Es complejo. Es deseable que lo que fue el final de la violencia acabe en un proceso que lleve a una disolución definitiva, que ETA se disuelva, se entreguen las armas y se resuelvan otros problemas políticos que rodean la situación. Que la normalización se produzca del todo. En este contexto, determinadas reivindicaciones afloran con un nuevo registro. Si callaban las armas y se podía hablar de todo, callan las armas y se puede hablar de todo. Esto plantea la imperiosa necesidad de abordar la cuestión de las naciones dentro del Estado español. El Estado de las Autonomías, con todo su desarrollo positivo, muestra síntomas de agotamiento. Requiere ponerse al día con una reforma constitucional. En mi candidatura planteamos que esa reforma tiene que tener el horizonte de un Estado plurinacional.

Dar pasos en materia penitenciaria es una reivindicación mayoritaria hoy en Euskal Herria.
Lo primero, creo que hay que mantener ciertas lealtades que vienen de atrás, como puede ser el pacto antiterrorista. Es verdad que el contexto es diferente y parte del PP también ha tenido actuaciones que han dejado que desear. Sin embargo, el PSOE siempre se ha mantenido en estos términos. A ese criterio yo añado que todo lo que se haga no tiene que ser un pacto a dos, sino que debe incluir a más fuerzas políticas. Hay que presentar especial atención a lo que digan los compañeros del PSE. Dicho esto, lo que deseo es que en este asunto, dada la nueva situación, se exploren posibilidades inéditas y no desarrolladas que nuestra misma legislación permite. Puede ser una arrogancia pensar que no tenemos nada que aprender de nadie. Hay una experiencia internacional que nos puede servir de referencia. Irlanda, en su día Italia, Alemania, que tuvo una situación muy compleja en su momento... Esto hay que tomarlo como una referencia y no va en demérito de nada aprender.

Si usted hubiese sido secretario general, ¿Yolanda Barcina sería hoy presidenta de Nafarroa?
Hablaría con los compañeros de Navarra.

Ellos abogaron por la moción de censura y Ferraz la vetó.
Yo miraba con simpatía la moción de censura. Tampoco se le solicitaba a Bildu el voto, ni había un pacto. Era una cuestión añadida, que venía en un contexto parlamentario, con una formación legal. Los socialistas navarros, por otra cuestion que desbordaba su situación, tuvieron que replegarse. Ese empeño o ese temor a cómo se instrumentaliza este caso por parte de la derecha bloquea muchas posiciones.

¿Y Catalunya? A finales de este año está prevista la consulta.
Las contradicciones han pasado de fuera a dentro y han desgarrado al PSC. No obstante,creo que en elecciones hizo un planteamiento correcto: defender la posibilidad de una consulta legal, que diera cauce a una demanda democrática. El problema es cómo se inserta Catalunya en la realidad política española. A parte de que hubo muchos oportunismos, demagogias y planteamientos populistas, hay puntos que pueden subrayarse. Un referéndum consultivo no es un referéndum de autodeterminación.

El surgimiento de Podemos ¿es la consecuencia de la percepción del PSOE como fuerza conservadora?
No es la primera vez que el voto se desplaza. Además, demuestra que la desafección no es tanta. El PSOE tiene que reaccionar. No para mimetizarse con Podemos sino para plantearse cómo resituarse en la izquierda, construir proyectos creíbles o flexibilizar la organización.