Fede de los Ríos
JO PUNTUA

Logorrea intempestiva

En ocasiones, veo muertos», decía el niño Cole a un atormentado psicólogo encarnado por Bruce Willis en «El sexto sentido»; «¿has sentido alguna vez esas cosas punzantes en la nuca? Son ellos... creen que están vivos». Qué suerte la de Cole, yo no en contadas ocasiones, sino muy a menudo veo a bobos creyéndose inteligentes que aportan a los demás profundas y meditadas reflexiones. Los veo y, algo peor, los oigo. De manera inmisericorde opinan, hacen como que piensan en voz alta, aumentando la contaminación acústica ambiental con sus bobadas. Y si el que escucha es un periodista y la conversación versa sobre política, el efecto altavoz está garantizado. Porque el bobo resulta productivo. Principalmente porque sus afirmaciones carecen de toda base argumentativa, dicen y lo dicho no tiene fundamento alguno. Eso sí, pontifican. Por lo general, hacen gala de eso que algunos han dado en llamar autoestima. Una alta autoestima que les impide delimitar sus masturbaciones al ámbito privado y les impele a salpicar a los demás como si de un hisopo bautismal se tratase.

«En Cataluña quieren que votemos para acabar con la democracia. Lo mismo que pedían las SA nazis», afirma Loquillo refiriéndose al referéndum en una entrevista para «Abc». Aquel cuyo concepto de felicidad humana era poseer un camión, llevar el pecho tatuado, en camiseta mascar tabaco, escupir a los urbanos y a las chicas meter mano.

El mismo de «No hables de futuro/ es una ilusión./ Cuando el rock and roll/ conquistó mi corazón» hasta descubrir los planes de pensiones del Banco Sabadell-Guipuzcoano que anuncia por televisión. Él, un hijo de anarquista, siempre contracorriente y siempre perseguido por unos y por otros debido a su indómita personalidad mazo alternativa y rompedora. En Catalunya no conectaron con el aspa sudista de su bandera americana y marchó a Madrí a montar con la libertaria Alaska y el revolucionario Pedro Almodóvar La Movida Madrileña, que ríete tú de la Revolución Cultural china y de Mayo del 68 francés.

Ahora se ha refugiado en Donostia de la persecución del nacionalismo catalán. Según declara, unos lo tildan de terrorista abertzale y otros de facha españolista. Por ser auténtico.

No estarás sólo, chico del tupé. Ya formas parte del Parnaso de los profundos, junto a Ramoncín, Miguel Bosé, Enrique Bunbury y Sabina. Verás que bien.