Fede de los Ríos
JO PUNTUA

De definiciones y sinsentidos

Llegó agosto endureciendo la canícula y cada año me pregunto, yo, fiel devoto del refranero popular, a quién, dónde y en qué momento se le ocurrió lo de «agosto, frío en el rostro»; ¿dónde había metido la cabeza lumbrera semejante? Y, sobre todo, ¿por qué algunos repiten semejante sinsentido? El mismo sinsentido de los que llevan en la luneta trasera del coche una pegatina con la forma triangular de peligro que reza «bebé a bordo»; ¿...y?, ¿da patente de corso para conducir como le salga de las gónadas? ¿Una invitación a la pedofilia? ¿Al secuestro? ¿La condición de ir «a bordo» confiere a los bebés una peligrosidad propia de un bucanero para el abordaje de los vehículos que osen adelantarle? ¡Oh, un bebé a bordo! No embestiré su coche. Quizá lo que anuncia «bebé a bordo»: cuidado un oligofrénico al volante.

Así que «agosto, frío en el rostro», en el de algún cadáver si acaso. Si ya la misma palabra lo dice, «agostarse: marchitar, secar, consumir, abrasar...». Es preciso cuidar las definiciones, o acabaremos no entendiendo ni la realidad ni entre los humanos. Gentes sin escrúpulos tratarán de engañarnos. Como las denominadas serpientes de verano. Llenar titulares a falta de noticias reales, como la del presunto narcotráfico del bergantín-goleta Juan Sebastián Elcano, insigne buque escuela donde se prepara lo más granado de la oficialidad de la Armada Española. Dicen que, cuando se ponen, navega como un tiro. Todo un infundio como la acusación contra el honorable Jordi Pujol. Si es honorable, no puede ser corrupto. Por definición. Menos aún, al tratarse de un cristiano-demócrata. «Vende todo lo que tienes y reparte el dinero entre los pobres, ven y sígueme». Eso hacen los que siguen a Cristo, aun los no honorables. Calumnias de la prensa que no atienden a definiciones.

Por eso un cristiano demócrata tan nuestro como Urkullu, tan enemigo de las ambigüedades, el lehendakari de los labios carnosos exige a la izquierda abertzale definición. No basta con ser encarcelados, vigilados, apaleados y confiscados sus bienes por defender el socialismo y la independencia, se hace necesaria una definición.

Querido, somos a los que la búsqueda de acomodo en España y en un sistema económico basado en la explotación de la mayoría nos crea malestar.

Parafraseando a Evaristo, no somos demócratacristianos, no somos gusanos.