Txisko Fernández
Kazetaria
IKUSMIRA

Este lobo parece un lobo y quizás no lleve disfraz

No está el tiempo para bromas. Y no me refiero a la danza en la que andan envueltos los meteoros en estas jornadas estivales, que lo mismo te cae una granizada a media mañana que te deslumbra el sol poniente. A lo que quiero hacer referencia es al tiempo político, que también anda muy revuelto y uno ya no sabe a dónde enfocar sin que la foto le salga movida.

Con tanto movimiento, es normal que el fiscal jefe del TSJPV, Juan Calparsoro, haya vuelto a vomitar por la borda, por la de babor y por la de estribor, porque lo ha hecho contra el Derecho y contra el sentido común. Resulta que cuando a un cargo político cualquiera se le ocurre cuestionar la gestión de residuos de la Diputación de Gipuzkoa, va el jefe de los fiscales de la CAV, se sube las mangas y, ¡zas!, abre diligencias porque le parece que la cuestión es la mar de grave. Pero si SOS Racismo presenta una denuncia contra un cargo político porque considera que está incitando al odio y la xenofobia, pues se lo toma a broma, que para eso está de vacaciones -en el mar o en la montaña, lo mismo da- y no se va a poner a leer la demanda cuando tiene claro, muy claro, que ahí no hay indicios de delito, ¡faltaría más!

A estas alturas, lo que diga este jefe de fiscales ante un micrófono de prensa me importa un bledo; lo que me preocupa es lo que hace cuando ejerce ante los tribunales. Y habitualmente, cuando hace de fiscal, no aparece disfrazado de ovejita saltarina, sino de lobo feroz.

Y ya que me he metido en territorio de fábulas, quiero expresar mi preocupación por la chulería con la que están largando Javier Maroto y compañía contra un grupo de personas que reciben ayudas sociales. Los peperos no se cortan un pelo al apuntar a los ciudadanos magrebíes, como los nazis no se cortaban al señalar a los judíos. Por eso, considero que, si el lobo parece un lobo, no hay que tener miedo a llamarle lobo. Y si Maroto no quiere parecer un nazi, lo tiene fácil: no tiene por qué disfrazarse de nazi.