Un tribunal de Turquestán Oriental, provincia de Xinjiang según la división administrativa china, sentenció a doce personas y absolvió a otras diez de los delitos de los que se les acusaba por los altercados de julio en los que murieron casi cien personas. El Gobierno de Xinjiang confirmó que las fuerzas de seguridad mataron a 59 personas, a las que acusaba de «terroristas», en el condado de Yarkant, y que 37 civiles murieron en los ataques del 28 de julio. Las autoridades explicaron que los fallecidos fueron asaltados por hombres con cuchillos, un tipo de ataques que han aumentado en los últimos dos años. Los uigures denuncian represión y discriminación por parte de Pekín frente a los han, etnia mayoritaria china. El Gobierno chino culpa a milicianos uigures de ataques en otras partes de China, incluido Pekín.