El Ibex pudo cerrar ayer por encima de los 10.500 puntos, algo que no hacía desde el 6 de octubre. La inesperada bajada de tipos de China y la elevación del tono de Draghi sobre su posición favorable a tomar las medidas necesarias para empujar el crecimiento dejaron despejado el camino a las compras. No obstante, se mantiene la inquietud sobre el futuro comportamiento del Dow Jones y el SandP 500, todavía sin dar muestras claras de agotamiento cuando llevan semanas enfrascados en batir máximos históricos. El Ibex acabó en los 10.520,80 puntos, después de anotarse un 3,05%. En la semana acumula un avance del 3,67%, por lo que gana ya un 6,09% en el año. Este buen tono se hacía extensible a Londres (+1,08%), Fráncfort (+2,62%) y París (+2,67%). Ayer, además, fue el día elegido por el BCE para comenzar la compra de valores respaldados por activos (ABS, en inglés), una medida que trata de estimular a los bancos en la concesión de más crédito. En el Ibex, ArcelorMittal (+6,03%), Sacyr (+5,85%) y ACS (+5,81%) fueron los mejores. Los bancos se colocaron también en la zona alta de la tabla. BBVA, que bajó el jueves un 5,53%, recuperó un 2,68%. Popular, Santander, Bankinter y Caixabank subieron más de un 3%, mientras que Sabadell ganó un 4,07%. Solo Abengoa (-1,99%) y Viscofan (-0,26%) acabaron con pérdidas. En París, las mayores ganancias fueron de ArcelorMittal (+6,32%), Saint Gobain (+5,26%) y Orange (+5,02%), frente a Gemalto (-0,53%), el único valor en rojo. El Cac sube un 1,19% en el ejercicio.