La medicina aportada por Mario Draghi la semana pasada mantuvo su efecto sobre el Ibex, que logró superar los 10.600 puntos y llegó a batir hasta los 10.700 puntos de manera provisional. La posibilidad de que el BCE compre deuda soberana, a pesar de la contundente oposición mostrada por Alemania, ha encandilado a los inversores, que ven esta medida como la última bala en el cargador de la política monetaria. Miran como ejemplo lo sucedido en Estados Unidos, que ya empieza a caminar sin la ayuda de las compras del programa de estímulos. Asimismo, la mejora de la confianza empresarial de Alemania en noviembre tras seis meses en retroceso, la caída de la rentabilidad del bono español a diez años a su nuevo récord histórico por debajo del 2% y el salto de las resistencias técnicas en los índices europeos apuntalaron los avances a lo largo del día. El Ibex se paró en los 10.642,50 puntos, tras sumar un 1,16%. En Fráncfort (+0,54%) y París (+0,49%) también se imponían las ganancias. Por valores del Ibex, se destacaron las caídas de Abengoa (-7,66%) y FCC (-3,81%). El primer valor sigue digiriendo las dudas sobre su contabilidad de la deuda y el segundo pagó por la falta de acuerdo con George Soros para el aumento de su participación en la constructora. De los pesos pesados, el más fuerte era Santander (+2,47%), pero dentro del Ibex lo hicieron todavía mejor Bankia y Sacyr al subir más de un 3%. En París, Cap Gemini y Société Générale ganaron más de un 2%, mientras que Technip (-1,94%) encabezó las pérdidas.