El hecho de que el balance del último mes supere los pronósticos no evita que el comercio internacional del gigante asiático siga en el terreno de la desaceleración, ya que el avance de julio es 6,8 puntos porcentuales menor al registrado en el mismo mes del año anterior, según los datos oficiales publicados ayer por la Administración General de Aduanas.

En el séptimo mes de 2019, el comercio exterior de China se situó en los 2,74 billones de yuanes (346.709 millones de euros), y las exportaciones aumentaron un 10,3%, mientras que las importaciones lo hicieron en un 0,4%. Las compras de productos extranjeros vuelven así al terreno expansionista tras haber caído un 0,4 % en junio.

El superávit comercial fue de 310.260 millones de yuanes (44.037 millones de dólares, 39.282 millones de euros), lo que supone un incremento del 75,3% con respecto al dato del mismo mes del año anterior.

Lo que está por ver es si el impulso que Pekín trata de dar a sus exportaciones al permitir la devaluación del yuan frente al dólar a niveles de 2008 esta misma semana será suficiente para lograr reavivar las ventas en los próximos trimestres.

Algunos analistas creen que Donald Trump elevará los aranceles aun más, tal y como hizo la semana pasada al anunciar nuevas tasas del 10% sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares. Asimismo, las exportaciones pueden verse afectadas por la ralentización de la economía a nivel global, y las importaciones, por la caída de la demanda doméstica en China.

Los intercambios con EEUU se redujeron en un 3,5% en julio, con una caída de las ventas a ese país del 0,1% y un descenso de las compras de productos estadounidenses mucho más pronunciado, del 14%.

En la suma de los siete meses, el comercio con el país norteamericano bajó un 8,3%. Las exportaciones cayeron un 2,4% y las importaciones, un 24,2%.

Hasta julio, el superávit comercial de China respecto a Estados Unidos fue de 1,1 billones de yuanes (162.935 millones de dólares, 145.329 millones de euros), un 10,8% mayor al de los primeros siete meses de 2018.

La industria de las tierras raras

Por otro lado, la Asociación de la Industria de Tierras Raras de China, patronal formada por unas 300 firmas del sector, indicó que el coste de los aranceles impuestos por EEUU a productos chinos debe ser pagado por los consumidores y los mercados de ese país.

En un comunicado publicado en su página web, mostró su «firme apoyo» a las contramedidas que Pekín decida aplicar.

«Las tierras raras son un recurso estratégico importante. (...) Debemos ser plenamente conscientes de las ventajas de China en los recursos de tierras raras», se indica en el documento, que resume una reunión celebrada el pasado día 5.