Markel Olano (PNV), Rafaela Romero (PSE) y Juan Carlos Cano (PP) han sido los encargados de registrar la moción en las Juntas Generales han realizado declaraciones a los medios.

Olano ha afirmado que este día no es plato de su gusto, porque es consciente del «calado» de presentar esta moción, una medida «dura y sin ningún tipo de precedente» en el Parlamento guipuzcoano.

«Es una desautorización política al Gobierno foral de Bildu de primer orden», ha destacado. Ha censurado la «imposición» por parte del Ejecutivo foral de un modelo de gestión de residuos, lo que, a su juicio, «hace necesario una reacción, una moción de censura».

Olano ha emplazado a Bildu a «parar esa dinámica de imposición no solo en las Juntas, sino en todos los municipios en los que por mayoría puede hacerlo«. Ha insistido en que esta es una moción de censura «contra una imposición» y también para denunciar que las JJGG «han sido hurtadas en su capacidad, en su legitimación, a la hora de planificar la gestión de residuos en Gipuzkoa».

Por su parte, Romero ha criticado la «grave irresponsabilidad política» de Alduntzin, con el que Gipuzkoa «ha perdido mucho tiempo», una situación que hace necesario exigir «responsabilidad» al diputado foral.

Ha resaltado que con esto «no es suficiente» porque lo que «ha fracasado es el modelo de gestión de Bildu en todos los ámbitos de Gobierno y en todos los municipios».

Desde el PP, Cano ha opinado que la gestión de Bildu en materia de residuos es un ejemplo de «cómo se las gasta la coacción, imponiendo» y pretendiendo «coartar» el procedimiento democrático de las Juntas.

Ha apuntado que «por ética y por principios democráticos» tras la presentación de esta moción tendría que ser el propio Garitano el que dimitiera, de lo contrario ha asegurado que su partido seguirá trabajando para que los guipuzcoanos «tengan gobiernos de progreso que se preocupen de sus necesidades presentes y futuras».