Los encargados de los registros civiles y de los cementerios municipales de Bilbo, Gasteiz y Donostia han constatado las dificultades para esclarecer las posibles irregularidades que se hayan producido en los supuestos casos de robo de bebés y adopciones irregulares.

Los responsables de estos organismos han comparecido ante la comisión del Parlamento de Gasteiz dedicada al estudio sobre posibles casos de este tipo ocurridos entre 1940 y 1990.

Las responsables de los registros civiles de Gasteiz, María Estela San Miguel, y de Bilbo, Alicia Sánchez, han coincidido en señalar que en el muestreo que han realizado para analizar la documentación existentes no han detectado irregularidades.

Según han explicado, «faltan archivos» y muchos de los que existen están «en mal estado». Aún así, han precisado que esto no quiere decir que hubiera «irregularidades o conductas delictivas».

En el caso de los responsables de los cementerios municipales, la situación es similar. Todos han coincidido en la dificultad de identificar a los bebés o fetos enterrados durante el periodo que investiga la comisión.

El responsable del cementerio de Bilbo, Oscar Garbizu, ha explicado que tan solo se han identificado once de las 138 inhumaciones sobre las que han recibido peticiones de información.

Por su parte, el encargado del cementerio de Donostia, Gorka Rudeda, ha informado de que han recibido 332 peticiones de información, de las que ha reconocido que en la mayor parte de los casos no han conseguido reunir datos.

En este sentido, han afirmado que todo parece indicar que los bebés que fallecían antes de ser bautizados ni siquiera se enterraban dentro del cementerio.