Jon Ormazabal

Un traje con hoyuelos, la revolución tecnológica para la cita de londres

Al margen de las capacidades físicas de los deportistas, los avances tecnológicos en cuanto a materiales han sido otro de los factores que han contribuído a la mejora en las marcas.

El nuevo traje de baño para los nadadores. (AFP)
El nuevo traje de baño para los nadadores. (AFP)

El ejemplo más claro es el de la natación, cuando desde la aparición de un traje de baño, el LZR Racer, diseñado con la ayuda de la NASA por Speedo en 2008, se batieron 255 récords en dos años -en los JJOO de Beijing fueron 25 plusmarcas mundiales y 65 de los Juegos-. Se estima que estos trajes suponían una mejora de en torno al 2% en el rendimiento de los nadadores, y se comenzó a acuñar el término «doping tecnológico», por lo que en 2010 la Federación Internacional de Natación prohibió su uso en las competiciones. Se creía que sin el bañador mágico superar un récord resultaría imposible, pero en 2011 Ryan Lochte lo consiguió en los 200 libre.

Según un estudio publicado en la revista «Nature Materials», que analiza la evolución de las marcas desde los inicios olímpicos en 1896, las mejoras tecnológicas han hecho posible que las marcas de ciclismo hayan mejorado en un considerable 221%, los registros de lanzamiento de jabalina en un 95%, y en el salto con pértiga, con el cambio de la madera y el bambú hasta la fibra de carbono, en un 86%. Por contra, las marcas masculinas de los 100 metros lisos han mejorado en un 24%.

De cara a Londres, una de las grandes novedades será el traje de competición que Nike ha proporcionado a varias delegaciones de atletismo, por supuesto a la de EEUU, el TurboSpeed, una vestimenta que pretende emular la capacidad aerodinámica de las pelotas de golf, con una especie de agujeros u hoyuelos en un revolucionario tejido probado en el túnel del viento.