La Real quiere brindar a sus aficionados la oportunidad de vivir una noche de magia copera con una clasificación para los octavos de final que tendría como premio disputar una eliminatoria contra el Barcelona.

Desde el club se ha dado más importancia que en los últimos años a la Copa y los jugadores se han conjurado para acabar con la negación que les persigue en esta competición tras la decepción que supuso el 2-0 de la ida. Montanier anunció ayer que presentará al mejor equipo para la remontada, aunque se esperan cambios con respecto al once de los últimos partidos.

Así es segura la presencia de José Ángel en el lateral izquierdo porque De la Bella fue el único jugador disponible descartado por decisión técnica. La presencia de Javi Ros en su lugar fue la única variación en la convocatoria tras un entrenamiento a puerta cerrada en el que Elustondo volvió a entrenarse con normalidad tras superar la fascitis plantar que le ha mantenido de baja desde setiembre.

El del lateral zurdo no será el único cambio. Se esperan más rotaciones, pero el once que presentará Montanier tendrá todas las garantías. Parece segura la apuesta por el doble pivote formado por Illarramendi y Pardo tras el descanso que tuvo el riojano en el derbi y la sanción que impedirá al guipuzcoano jugar el próximo sábado en Valencia. De medio campo hacia adelante el equipo tendrá mucha calidad para marcar los tres goles que necesita, pero además deberá mantener la portería imbatida y hará que tener paciencia y no asumir muchos riesgos.

«El objetivo, marcar sí o sí»

De hecho, el entrenador del Córdoba, Rafael Berges, transmitía ayer que «el objetivo número uno es marcar un gol en Anoeta sí o sí». Dijo que ese es el mensaje transmitido a sus jugadores y que necesitarán al menos hacer un gol para tener opciones de superar la eliminatoria.

Berges señaló que «la Real tira más a puerta incluso que el Barcelona. En Anoeta el balón vuela, parece que corre más que en otros». Recordó que los de Montanier llevan dos partidos sin encajar goles en casa y añadió que «tenemos que ser el Córdoba más que nunca. Ser muy intensos y no hacer nada diferente a lo habitual, jugar sin renunciar al estilo de juego, teniendo la posesión del balón».

El Córdoba ha preparado el partido desde el domingo en Zubieta, ya que viajó a Donostia con toda su plantilla tras perder 3-0 el sábado contra el Las Palmas. Demostró que es un equipo que baja muchos enteros lejos de su campo. Mikel Saizar, portero que jugó en el Sanse y es suplente del Córdoba, volverá a jugar de titular en la Copa.