«No vamos a hacer un buen papel, a disfrutar, al poco que perder... Vamos a intentar pasar la eliminatoria». Difícil encontrar una declaración de intenciones más clara que la que realizaba Gaizka Garitano antes de viajar a Málaga. Y que refleja perfectamente el sentir de su plantilla en las horas previas a la que esperan sea su segunda campanada en la Copa.

Porque el Eibar, efectivamente, aterrizó ayer en tierras andaluzas con la misma confianza con la que hace poco menos de un mes llegaba a Bilbo. O incluso, pese a que en esta ocasión el marcador del encuentro de ida (1-1) incline aún más la balanza del lado del rival, más que entonces. Y es que ahora sabe lo que entonces intuía, que el factor campo no es el único que le permite superar a sus adversarios, más allá de la entidad de estos. El equipo armero fue mejor que el Athletic en Ipurua y en San Mamés; y si también fue superior al Málaga en el estadio eibarrés, ¿por qué no habría de serlo en La Rosaleda?

Lo cierto es que Gaizka Garitano y sus hombres, pese al discurso, mantienen los pies en el suelo. La diferencia de categoría es un argumento suficientemente contundente a la hora de realizar pronósticos y lo saben. Y en este caso, además, hay que añadirle el gol que marcó Onyewu en el descuento del choque de Ipurua, gracias al que esta noche el empate inicial clasifica al Málaga. Pero eso no les hace descartar ninguna posibilidad, empezando por la de plantarse en cuartos de final.

«Está difícil -asume el técnico armero-. Vamos a jugar ante un equipo de Champions, en su campo, y además no llevamos un resultado favorable. A nada que seas un poco sensato sabes que tienes pocas posibilidades, pero vamos allí a exprimirlas». Porque efectivamente, quiso subrayar Garitano, «vamos allí a exprimirlas. Nuestro único objetivo es pasar la eliminatoria. No vamos a Málaga a hacer un buen papel, ni a disfrutar, ni al nada que perder... Vamos a intentar pasar la eliminatoria».

Garitano advierte, en este sentido, que «yo contra mi equipo no apostaría porque estamos bien y vamos a intentar pasar, aunque sea realista y sepa que tenemos pocas posibilidades.

«Pero yo estoy esperanzado», insiste el míster vizcaino, que no espera ninguna ayudita por parte del rival. «Ellos ya tuvieron el susto del Cacereño y saben que nosotros no somos una banda, así que intentarán dar su mejor nivel», reflexionó Garitano, aunque también recordó que si los andaluces «no nos ganaron en Ipurua fue porque no pudieron, no porque no lo intentaran o no pelearan».

Intensidad

Lo del mono de trabajo lo tienen claro en Málaga, donde Manuel Iturra admitió que «si no tenemos intensidad, se nos va a poner cuesta arriba. No hay ningún partido fácil, lo vivimos con el Cacereño y con el Eibar -recordó-. Y ellos vienen de enfrentarse al Athletic, con el que jugaron muy bien en un campo difícil». El chileno, además, considera que su equipo debe «buscar el partido desde el primer minuto» ante un rival que «juega muy bien al contragolpe».

En todo caso, admitió que la «responsabilidad de seguir adelante» es para el Málaga, algo que podría jugar en su contra.