El encaje del Principat en el Estado español y las relaciones entre Ferraz y el PSC, que sí defiende una consulta, ha centrado buena parte del Comité Federal que celebra el PSOE en Madrid. Las posiciones, sin embargo, siguen en el mismo punto. Rubalcaba descarta avalar un referéndum aunque sea para votar ‘no’, mientras que Pere Navarro, secretario general del PSC, que rechazaría la independencia, sí que está dispuesto a dar la palabra a la ciudadanía catalana.

El cónclave de Ferraz se alargará durante toda la jornada como punto de partida a la hoja de ruta para  renovación dirigida por Rubalcaba. Pese al progresivo descalabro del PSOE, que se encuentra en su peor momento político en los últimos 30 años, el secretario general ha considerado que la formación «está mejor que hace un año». A partir de hoy se abre un proceso que, tras la celebración de cinco convenciones y Consejo Territorial extraordinario, concluirá con una Conferencia Política que se celebrará en otoño.

La cuestión catalana ha marcado buena parte del debate sobre la reforma constitucional. Antes de iniciarse la reunión, el exlehendakari, Patxi López, uno de los hombres de confianza de Rubalcaba, marcaba la línea. «CiU y ERC se han cargado el derecho a decidir», ha afirmado. Posteriormente, el secretario general ha sido más tajante. «Si el debate se centra en el derecho a decidir no hay salida. No vamos a encontrar una solución, no cabe. Eso es un sí o un no. El resto de España nunca va a aceptar que una parte decida sobre algo que afecta al todo. El PSOE tampoco», ha sentenciado, dirigiéndose directamente al PSC. Como alternativa, según ha explicado posteriormente Elena Valenciano, la dirección de Ferraz aboga por un diálogo condicionado al veto al referéndum. Valenciano no ha ocultado que existen discrepancias pero ha querido transmitir la receptividad de Navarro a los planteamientos de Madrid. Además, ha subrayado que esta propuesta no se limita al PSC sino que constituye una oferta general «para encontrar el encaje de Catalunya en España».

La propuesta territorial del PSOE, que supone un intento por recuperar la estrategia federal en un momento de ola soberanista, se tratará a fondo en la Conferencia Politica que tendrá lugar en el mes de junio y que está siendo coordinada por Ramón Jáuregui.

La reforma constitucional, sin embargo, no se limita a la cuestión territorial. En su intervención, Rubalcaba ha abogado por un cambio «limitado y medido». Básicamente, lo que busca es un pacto de Estado con el PP que mantenga las bases del actual sistema ante la crisis estructural que padece. «No se trata de elaborar una nueva, ni de abrir un proceso constituyente», ha remarcado, comparando esta propuesta con el pacto entre Ferraz y Génova que, en mayo de 2010, impuso la prioridad del pago de la deuda como artículo dentro de la Carta Magna.

El curso del cambio

En términos internos, Rubalcaba ha exhibido un inesperado optimismo que contrasta con los sucesivos batacazos electorales. «Estamos mejor que hace un año», ha reiterado. El objetivo de este Comité Federal es dar el visto bueno a un proyecto de «renovación» que quedará en manos de Rubalcaba y su vieja guardia. Para evitar sorpresas, el secretario general se resiste a convocar primarias, asegurando que lo que toca ahora es el programa. Por el momento, la principal voz que planta cara es Tomás Gómez, secretario general del PSM. Hoy, a su llegada a Ferraz, se ha limitado a señalar que su posición, favorable a realizar el proceso interno para elegir candidato, se celebre cuanto antes.

La hoja de ruta del proceso de renovación, bautizado como «Ganarse el futuro», pretende readecuar el programa del PSOE ante una sociedad que, progresivamente, le ha dado la espalda. Las promesas de rehacer un partido hundido desde la última etapa de José Luis Rodríguez Zapatero como presidente llevan escuchándose desde el Congreso celebrado en febrero. Ferraz argumenta que las cinco citas electorales que tuvieron lugar en 2012 supusieron un lastre para la renovación. Y auguran que el curso que se estrena ahora será el del cambio, asegurando que tomarán en cuenta no solo la opinión de los afiliados sino también la de simpatizantes e incluso movimientos sociales. Por el momento, sin embargo, su oferta es la continuidad de la dirección, marcada por barones históricos y unas propuestas que inciden en una línea continuista.