En su fallo, con fecha 14 de febrero de 2013, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Bilbo cree «ajustada a derecho» la actuación administrativa del Consistorio bilbaino, aunque los demandantes tienen un plazo de 15 días desde el día siguiente al de su notificación para presentar un recurso de apelación.

Según recoge la sentencia, Construcciones Cabisa tomó la decisión de demoler su edificación, ante lo que el Ayuntamiento dispone de «estrechísimo margen», pues queda «obligado» a autorizar la demolición si concurren los requisitos exigidos normativamente para ello y «no le es dable denegarla por motivos de oportunidad, conveniencia, sensibilidad o de parecida índole».

En este sentido, el juez señala que el Ayuntamiento «no podía restringir el derecho de propiedad de la dueña del pabellón ni cercenarlo, como no fuera por la vía de la expropiación forzosa de mediar la causa de utilidad pública o interés social, ya que sin la concurrencia de causa expropiandi, aunque se indemnizara a la dueña, nadie puede privarla de su propiedad inmobiliaria contra su voluntad».

Asimismo, el fallo recoge que «se comparta o no con la propietaria su decisión de demoler su edificación, solicitada la autorización administrativa que legitime su materialización, es obligado para el Consistorio concederla como consecuencia de los dictados constitucionales y legales, salvo que exista algún precepto que lo impida, que no es el caso».

A juicio del magistrado, la asociación demandante no ha acreditado que el edificio que acogía Kukutza gozase de algún tipo de protección urbanística, «no probándose integrase catálogo alguno, como tampoco que estuviera dispensado de algún tipo de protección derivado de la protección del patrimonio histórico-artístico, lo que conduce a no poder coartar, por esa vía, la determinación de su dueña de demoler el pabellón».

El edificio que albergaba Kukutza III fue derribado en setiembre de 2011, tras una amplia campaña de oposición y apoyo vecinal y fuertes cargas por parte de la Ertzaintza que generaron numerosos detenidos y heridos.

Errekaldeberriz no recurrirá

La asociación vecinal Errekaldeberriz ha anunciado que no recurrirá la sentencia y, a través de una nota, ha comunicado que da «por zanjado este largo camino de dos años de lucha por la dignidad y la justicia». «Una lucha de la que nos enorgullecemos, agradeciendo a los abogados, arquitectos y urbanistas que nos han ayudado en esta lucha de David contra Goliat», ha añadido.

Desde este momento, ha señalado que se centrarán en el futuro, que pasa por luchar para que «algún día los rekaldetarras podamos ver el cielo, y no esa mole de cemento, la autopista, que nos legó el franquismo y que las autoridades no han hecho nada para hacerla desaparecer en 40 años».

«Estamos en pie, en las plataformas contra los desahucios, en las plataformas contra la pobreza, en las movilizaciones por la sanidad y la educación que hace años arrancamos con tanto esfuerzo», ha concluido.