«Estoy emocionado por estar de vuelta en casa. ¡Primero Pakistán!», ha afirmado el exmandatario a su llegada a Karachi, tras cuatro años de exilio voluntario en Londres y Dubái, según su cuenta oficial de la red social Twitter.

El también exjefe del Ejército de Pakistán ha aterrizado en el aeropuerto Quaid e Azam hacia las 12.20 hora local (9.20 en Euskal Herria) en un vuelo de la aerolínea Emirates, donde esperaban su llegada miles de personas.

Un miembro del partido de Musharraf, la Liga Musulmana de Todo Pakistán (APML), había asegurado a Efe horas antes de aterrizar el exmandatario en Karachi que este sería recibido en el aeropuerto por «unos 100.000 seguidores».

En un principio, la agenda de Musharraf para hoy incluía la visita al mausoleo del padre de la nación, Mohamed Alí Jinnah -conocido en Pakistán como Quaid e Azam (el Gran Líder)- para rendirle homenaje y dar un mitin ante sus seguidores.

Sin embargo, Qureshi ha afirmado que por «motivos de seguridad» han tenido que cancelar esa visita, por lo que finalmente los seguidores que iban a acompañar a Musharraf en el mausoleo se han trasladado al aeropuerto.

En su primera intervención en público ante sus seguidores -y tras reunirse con la plana mayor del APML-, Musharraf ha sentenciado que su formación «salvará» el país y que llevará la «paz» a la conflictiva ciudad de Karachi.

En el discurso, que ha sido retransmitido en directo y que ha durado unos 5 minutos, el exmandatario ha agradecido el recibimiento y ha asegurado que, «a pesar de las amenazas de los talibanes», no siente «ningún miedo por su vida».

La justicia paquistaní dictó en 2011 varias órdenes de arresto contra Musharraf por no haber protegido la vida de la ex primera ministra Benazir Bhuto, muerta en un atentado en diciembre de 2007, cuando el militar era presidente.

Sin embargo, el viernes un tribunal de la provincia de Sindh allanó el camino al regreso de Musharraf al país asiático al garantizarle la libertad bajo fianza a su regreso.