No hay lugar para las medias tintas y, mucho menos, margen de error. Osasuna inicia el periplo de sendos encuentros consecutivos lejos de Iruñea con la idea de abordar el barco vallecano sí o sí. Un resultado negativo en el partido que abre la jornada obligaría a estar muy pendientes de lo que hacen los rivales y seguramente traería consigo una merma en la distancia que los rojillos mantienen todavía con el descenso.

La escuadra de José Luis Mendilibar necesita cuanto antes sumar un triunfo para abortar la reciente racha negativa en la que ha obtenido cuatro puntos de 21 posibles. De lo contrario, la visita a Mestalla tomaría tintes de final en un estadio que tradicionalmente no se le ha dado para nada bien al conjunto navarro.

Para evitar esas urgencias, y quizás abrir más hueco todavía con los puestos de la quema, esta vez Osasuna debe confirmar con una victoria la buena línea de juego que ha venido ofreciendo en sus recientes desplazamientos, aunque en algunos de ellos no obtuvo el resultado apetecido.

Y deberá conseguirlo con una defensa en cuadro, debido a las lesiones de Marc Bertrán y Rubén, sumado a la ausencia por sanción del polivalente Oier. Quizás sea por eso que todo apunta a que el técnico vizcaino se esté planteando reforzar su sala de máquinas con un trivote, en el que en esta ocasión haría de elemento más adelantado un Gato Silva, al que, aunque le sea desconocida la posición, ha demostrado que tiene llegada.

En el último entrenamiento matinal rojillo, Mendilibar hizo especial hincapié en las combinaciones entre zaga y doble pareja de pivotes, donde incluyó a Raoul Loé -uno de los futbolistas preferidos por el zaldibartarra- y Lolo, que podría regresar al once tras no ser titular frente a Málaga y Real, después de su mal partido contra el Espanyol.

Vuelven Gálvez y Chori

Aunque al preparador osasunista no le gustó que en sala de prensa le recordasen la última visita a Vallecas, lo cierto es que el 6-0 del año pasado debe servir más como un acicate que como un lastre que lleve a las dudas. Osasuna deberá cuidarse muy mucho de permitir que el Rayo le dé un buen trato al balón y, sobre todo, de las jugadas contrarias a balón parado, una auténtica rémora en lo que va de campaña.

Por el cuadro de Paco Jémez se esperan los regresos de Gálvez al eje de la defensa y de Chori Domínguez al enganche, después de que ambos cumpliesen un encuentro de sanción. A cinco puntos de los puestos europeos, el Rayo todavía suspira por jugar competición continental el próximo año.

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