Tras la petición de Nuclenor, empresa propietaria de Garoña, de prorrogar un año más la licencia de esta central nuclear, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) decidirá mañana si concede o deniega el permiso para ampliar su vida útil, que en principio expira el proximo 6 de julio.

Ante ello, la iniciativa Araba sin Garoña ha ofrecido una rueda de prensa en Gasteiz, donde ha denunciado que abrir las puertas a un nuevo permiso supondría «la sumisión del poder políticos a los intereses de las multinacionales eléctricas».

Asimismo, cree que si finalmente el CSN decide prorrogar la licencia de actividad se podría acusar a sus responsables de un delito de prevaricación, por lo que ha reclamado a la Fiscalía que lo investigue.

«Están jugando con la seguridad y la vida de las personas»», han criticado, ya que está central «no respeta los criterios de funcionamiento y no ha implantado las medidas de seguridad pertinentes tras la catástrofe de Fukushima», ha indicado uno de sus portavoces.

Para denunciar estos hechos, la iniciativa ha convocado una concentración el próximo sábado ante la Diputación de Araba bajo el lema ‘Nuclenor y Gobierno del PP, no seáis sinvergüenzas’.

Eguzki se muestra «pesimista» ante la decisión del CSN

Por otra parte, el grupo ecologista Eguzki se ha mostrado «pesimista» ante la decisión que tomará el CSN, ya que cree que es muy posible que «dé el sí a la prórroga de un año a la central».

Eguzki ha considerado en un comunicado que el debate sobre el aplazamiento del cierre de Garoña «está ocultando el verdadero problema: la falta de seguridad».

Por ello, ha afirmado que la única medida que puede evitar estos riesgos «es el cierre y el desmantelamiento definitivo de la central nuclear».